MATRIMONIO
IGUALITARIO EN ARGENTINA: 15 AÑOS
DE LA LEY QUE FORTALECIÓ LA DEMOCRACIA
Tras años de lucha, el movimiento LGBT alcanzó uno
de sus logros más importantes con la aprobación del matrimonio igualitario.
Argentina fue el primer país de América Latina en tener este derecho y el
décimo del mundo. Activistas cuentan su experiencia de militancia y su vida
luego del casamiento.
La noche del 15 de julio de 2010 fue inolvidable,
no sólo para la sanción de la ley que fue de madrugada, sino también por el
frío. Argentina se convertía en el primer país de América Latina en tener
Matrimonio Igualitario. La aprobación de la ley fue el resultado de más de 30
años de militancia por derechos LGBT y de la decisión política del gobierno
encabezado por Cristina Fernández de Kirchner. Fueron Vilma Ibarra y Silvia
Ausgburger quienes le pusieron letra al proyecto inicial y Juliana Di Tullio
quien presentó el proyecto definitivo (inicialmente presentado por Eduardo Di
Pollina). Abrió una serie de acalorados debates dentro del recinto y fuera de
él.
Marcelo Ferreyra es militante por los derechos LGBT
desde la década del 80. Junto a referentes como Carlos Jáuregui y César
Cigliutti militó por los derechos civiles. “En esa época, estábamos en plena
pandemia del VIH y veíamos muchísimos casos donde las relaciones al no ser
reconocidas legalmente al fallecer uno de los miembros de la pareja, el otro quedaba
en la calle. O aparecían los parientes que nunca se habían ocupado del difunto
a reclamar propiedades”, recuerda de esas primeras épocas en las que comenzó a
tejer el debate por el matrimonio igualitario.
En aquel entonces, recuerda Ferreyra, en la Comunidad
Homosexual Argentina (CHA) tenían otras prioridades pero que “a partir de estas
experiencias provenientes del tema de las parejas que enfrentaban el contexto
del VIH empezamos a plantearnos que realmente el reconocimiento legal de pareja
era un tema necesario”, agrega.
Derechos para todxs
María Rachid, titular de la Federación Argentina de
Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (FALGBT) recuerda que cuando frente al
Congreso de la Nación, se escuchó 33 a 27 votos a favor, la plaza estalló. “De
emoción, de alegría, de angustia acumulada por la incertidumbre”,
recuerda.
“Esa aprobación no pasaba solamente por los
derechos concretos que implicaba el matrimonio igualitario, el derecho a
dejarle una pensión a tus seres queridos, el derecho a la herencia, a compartir
una obra social. Lo principal era el reconocimiento de la igualdad por
parte del Estado. Una herramienta clave para seguir trabajando contra la
discriminación y la violencia que todavía vive nuestra comunidad y las personas
LGBT en Argentina y en el mundo. Sin esa herramienta del mensaje de la
igualdad por parte del Estado, es muy difícil construir igualdad real”.
José María Di Bello, militante por los derechos
LGBT y protagonista del primer matrimonio igualitario en la Argentina, también
destaca la noción de igualdad. “La lucha no era por la institución
matrimonial, era porque nosotros estábamos en desventaja, en desigualdad. La
ley introduce una igualdad jurídica y esa igualdad jurídica impulsa el cambio
social y cultural. Que es la transformación más difícil. Es la que por ejemplo
ahora tambalea a través de los discursos de odio y del posicionamiento social
hacia una derecha conservadora a partir del gobierno”.
“Con la Ley de Matrimonio Igualitario se impulsó
después una gran cantidad de posicionamientos y de nuevos derechos o de
reconocimiento, restitución de derechos. Dos años después vino la Ley
de Identidad de Género, y todo esto tuvo que ver justamente con esa
construcción y esa transformación social y cultural que empezó a provocar el
matrimonio igualitario”.
Construir nuevas luchas
La noche del 15 de julio estuvo marcada por la
incertidumbre luego de un proceso arduo y desgastante que terminó en una
alegría infinita, recuerda Martín Canevaro, integrante de 100% Diversidad y
Derechos. “Esa aprobación significó que el movimiento LGBTINB+ fuera reconocido
como un actor social relevante en nuestro país y se profundizara un proceso de
mayor participación política de nuestra comunidad. Pero lo fundamental fue la
capacidad de lograr construir consensos plurales y transversales para ampliar derechos”.
“A nivel de la sociedad y sus instituciones nos
permitió salir del campo del discurso médico que históricamente nos patologizó
para pasar al campo de los derechos humanos iniciando un proceso de
reconocimiento y valoración social de la diversidad sexual y familiar. Básicamente, redujo los costos sociales de la
visibilidad de quienes no respondemos al mandato de la heterocisnorma y mayores
de niveles de libertad para expresar la diversidad de orientaciones sexuales e
identidades de género, es especial para les jóvenes”, agrega el militante LGBT.
Canevaro se casó con Carlos Álvarez Nazareno el 15
de abril de 2010, dos meses antes de la sanción de la ley. “La sentencia del
juez Guillermo Sheibler declaró la inconstitucionalidad de los artículos del viejo
Código Civil que se interpretaban como un impedimento y eso implicó la
apelación fiscal sobre la fecha pautada para el civil con todos los
preparativos que tuvimos que suspender. En aquel momento hacerse visible para
presentar un amparo implicaba un nivel de exposición difícil de sostener para
la mayoría de las parejas. Es un orgullo para nosotros haber podido realizar
ese aporte”, cuenta.
Para Mónica Santino, lesbiana y militante LGBT, la
ley “cambió la naturaleza o la forma de mirar nuestros vínculos y nuestras
relaciones. No mostraba fotos de vacaciones o se la mostraba mi amiga. Había
una cantidad de cuestiones que tenían que ver con esa especie de clandestinidad
y lo que hace el matrimonio igualitario es equiparar”.
Y agrega, «poner en blanco una cantidad de
relaciones que quizá en algún tiempo habían sido ocultas, sobre todo en las
parejas más viejas. Todo eso fue una maravilla, esos años que siguieron entre
el 2010 y el 2015. En los primeros días, la sensación era como de haber
salido de una zona de clandestinidad».
La ley también protegió a lxs niñxs
José María Di Bello recuerda además de la igualdad
la importancia de la protección jurídica de los hijos que ya muchas parejas, de
lesbianas, de gays, de bisexuales, de trans, tenían.
«Decían ‘no porque entonces van a querer adoptar’,
pero ya se adoptaba. Hay cientos de miles de parejas que habían adoptado lo que
pasa es que jurídicamente quien tenía esa tutela legal sobre ese niñe era una
sola de esas dos personas adultas. O sea, si fallecía la persona adulta que
tenía la adopción no necesariamente quedaba a cargo de la otra persona,
dependía a veces del juzgado. Y en general no pasaba eso, volvían a hogares de
niños, y esto es la desprotección jurídica, lo mismo con la obra social, etc.
Entonces también ese niño estaba en una situación de desigualdad ante niñxs que
eran hijxs de parejas heterosexuales y que habían podido contraer matrimonio y
que fueron adoptados por esos matrimonios.»
Besos lesbianos
“Con 22 años fuimos con mi compañera al Registro
Civil. Nos dijimos cuál era nuestro número favorito. Marian me dijo que era el
13 y el mío era el 5. Bueno, nos casamos el 13 de mayo”, cuenta Rocío. Hace
ocho años, su pareja fue la tercera pareja que accedió al matrimonio
igualitario en el organismo de Olavarría. Rocío recuerda que fue
“hiperromantizado” y que, por lo menos ella, no dimensionaba del todo lo que
significa haber accedido a ese derecho. Hasta dos años después, cuando, en la
estación de Constitución Marian, su compañera fue detenida por haberla besado.
“Agradecemos haber estado casadas en ese
momento. Tener esa libreta y la acreditación del vínculo fue una
herramienta para decir ‘díganme adónde están trasladando a mi esposa’”, cuenta
Rocío. Recuerda a lo lejos el día de la sanción de la ley porque era una
adolescente. “Tengo el recuerdo de ver a Norma y Cachita, de esa posibilidad de
casarse y de entender que a partir de entonces se podía ‘encajar’”, agrega.
Vivir el amor en igualdad
Cuando decidieron casarse, Mónica Santino y su
compañera llevaban 13 años de relación. Querían casarse bajo el gobierno de
Cristina Fernández de Kirchner y lo hicieron en noviembre de 2015. “Era como un
homenaje, un reconocimiento político a esa voluntad de que tengamos esa ley.
También queríamos un marco legal para nuestras hijas».
Para María Rachid, la ley implicó proteger a su
familia, a su compañera, y tener un hijo. “No solamente fueron las de
matrimonio igualitario, hubo muchas otras leyes importantes para nuestras
familias, como la ley de reproducción humana asistida, sin la cual nosotras no
hubiéramos podido tener al hermoso hijo que tenemos hoy. Esa igualdad,
pero también esos derechos, nos cambiaron la vida. Otra vida posible y
hermosa.”
Aunque no creía mucho en el matrimonio, Marcelo
Ferreyra se casó en 2013. «Cuando compramos la propiedad donde vivimos
estábamos viendo cómo hacer con los papeles y el abogado nos dijo que lo más
fácil era casarse”, cuenta riendo. Hoy junto a su marido tienen una nena de
tres años y agrega que no sufren ninguna hostilidad por parte de la sociedad.
“Yo que vengo de un activismo desde hace 30 años, es un cambio muy fuerte y gratificante”,
reflexiona.
No hay estadísticas a nivel nacional sobre el
matrimonio igualitario, sí por jurisdicciones. De acuerdo a la Dirección
General de Estadística y Censos (GCBA) desde 2010 a 2024 hubo 300 casamientos
entre mujeres y 394 entre varones.
Una ley que defender
Los ataques a la comunidad LGBT por parte del
gobierno actual fueron muchos. El más violento fue el discurso de Davos en el que
relaciona a las personas LGBT con la pedofilia. El discurso fue
rechazado por una multitudinaria marcha que se replicó en todo el país. Esta
reacción, es según lxs activistxs, la señal de que la sociedad argentina, a
pesar de los discursos de odio, saldó el debate con las personas LGBT. «El
discurso de Davos fue un quiebre. La sociedad no es boba y yo confío en eso, en
una unidad crítica”, dice Rocío. Rachid agrega, “en su momento hubo una
sociedad que celebró la aprobación de la ley de matrimonio igualitario y que
hoy defiende ese gran logro. No es casual que la primera gran movilización en
contra del gobierno de extrema derecha de Javier Milei haya sido en respuesta
al discurso de Davos”.
Actividades
-Organizado por diversas agrupaciones LGBT,
el lunes 14 de julio a las 12:30 habrá un «Libretazo por el amor y la
igualdad» frente al Registro Civil, Uruguay 753, CABA.
-A 15 aniversario de la promulgación de la Ley de
Matrimonio Igualitario se realizará una charla en el Instituto Patria con la
participación de María Rachid, Franco Torchia y Agustín Rossi.
Graciasss/agenciapresentes.org/2025/07/12/matrimonio-igualitario-en-argentina-15-anos-de-la-ley-que-fortalecio-la-democracia/
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