EL “GRUPO DE ACCIÓN GAY (GAG)” EN LA REVISTA “DIFERENTES”

PERLAS DE ARCHIVO III: “ESPALDAS PARA CONOCER”. EL 
“GRUPO DE ACCIÓN GAY” EN LA REVISTA DIFERENTES
 
Juan Queiroz
Archivos Desviados
Archivista y editor, cofundador de Moléculas Malucas
Contacto: queirozjuan@yahoo.com
 
Portada: Foto y título de apertura del reportaje al Grupo de Acción Gay en la revista Diferentes, en octubre de 1984. Fuente: Archivos Desviados.
 
Contexto: una cronología alocada A mediados  del  año  1984,  la  revista  gay Diferentes publicó una serie  de  reportajes  a los distintos grupos de militancia gay y lésbica que habían conformado la Coordinadora de Grupos Gays y que más tarde se integraron a la Comunidad Homosexual Argentina [1]. El reportaje  que  ofrecemos  hoy  en  esta  Perla  de Archivo,  el  primero  de  esa  serie,  fue realizado a cuatro miembros del Grupo de Acción Gay (GAG).A modo de introducción, vale la pena reponer algunos datos del contexto de época en el que  surgió Diferentes.  Dos años antes  de  su  lanzamiento,  en  1982,  pequeños  grupos  de homosexuales  comenzaron  a organizarse  políticamente  en  distintos  barrios porteños y en zonas del Gran Buenos Aires. Sin saber el uno de la existencia del otro, actuaban de manera paralela en reuniones que realizaban en bares o en sus domicilios particulares.
 
Un pequeño volante, recogido en agosto de 1982 en el piso de la tetera de la estación terminal Retiro, parece sugerir que alguno de estos grupos pudo haberse lanzado a hacer política a lugares de yire gay. Escrito a mano, el volante no solo exigía el cese de la persecución antihomosexual ejercida por la dictadura militar, sino que también brindaba instrucciones de cómo reaccionar frente a las detenciones por parte de agentes de la cana que, muy a menudo, vestidos  de  civil,  blandían sus  penes  en  baños  públicos  como  anzuelo  para capturar maricas.
 
Este documento establece así una sintonía de época con el informe de Néstor Perlongher “La represión a los homosexuales en la Argentina” (1981), que alertaba: Un policía disfrazado, morocho y atractivo, espera en el baño de hombres de un bar; cuando detecta, provocación sexual mediante, a un gay, sale tras él y lo señala a policías de civil allí estacionados, quienes detienen a la víctima; tras ello, el señuelo vuelve a entrar al baño: terrorismo de mingitorio[2]. La tetera como COTO de caza. Volante encontrado en el piso de la tetera de la estación terminal de trenes de Retiro en agosto de 1982. Fuente: Archivos Desviados.
 
Entrevistado, Carlos Luis, miembro clave de lo que más tarde fue el GAG, recuerda: En algún momento de mediados de 1982, con  un grupo informal de amigos gays empezamos  a hacer reuniones sociales, a animarnos, por ejemplo, a ir de a ocho personas a una mesa de un bar, a aguantar posibles miradas discriminatorias, una especie de salida al mundo; ese era el objetivo, ser vistos. Pero yo sentía que con eso no bastaba, yo me quejaba de por qué no hacíamos algo más político, más acción. En uno  de  aquellos  encuentros  estaba  Horacio  Agudín,  que  había  militado  en  el  Frente  de  Liberación Homosexual[FLH], y me dice que un amigo suyo, que también había militado con él, estaba con mi misma inquietud. Entonces me pasa el teléfono de Oscar Gómez.
 
Era el tiempo en que asumió la presidencia Bignone [julio de 1982]y se estaba dando una especie de apertura. Entonces, en esa época, con Oscar, tuvimos una reunión en un restaurante que quedaba cerca de la estación de Once, a media cuadra de Pueyrredón, sobre Sarmiento o alguna de esas calles; encuentro que  fue  el  punto de  partida  para  lo  que  más  tarde  fue  el  Grupo  de  Acción  Gay.  Ahí  Oscar  llevó  a Zelmar  Acevedo,  que  venía  también  del  FLH  y  también  estuvo  Gumier  Maier.  Un  honor  para  mí integrar ese cuarteto. Paralelamente había intentos de otros grupos que no tenían nombre.
 
Nuestra primera reunión no fue orgánica, simplemente fue una reunión de presentación. El dueño del restaurante era gay, y los lunes cerraba, entonces nos lo habilitó para reunirnos tranquilos dos o tres veces más. Todos estábamos abiertos a organizarnos y ese era el sueño de mi vida y el de Gumier, algo más político y provocativo. Entonces nos empezamos a reunir organizativamente, generalmente los domingos a la tarde, en nuestras casas, en la de Gustavo Gelmi, en la mía o en la de Oscar Gómez [3].
 
Meses  antes  de  estas  reuniones  que  nos  menciona  Carlos,  en  enero  de  1982,  se  había iniciado una ola de asesinatos a homosexuales en Capital Federal que tuvo como primera víctima a Emilio, un comerciante de 52 años que apareció muerto en su departamento de Barrio  Norte  con  diversas  heridas  profundas.  Este  crimen  marcó  el  inicio  de  un período  de  dos  años  que  dejó  como  saldo  dieciocho  asesinatos  no  esclarecidos  que mantuvieron en vilo a la población homosexual local. El 16 de diciembre de 1982, una multitudinaria movilización concurrió a la Plaza de Mayo para la “Marcha del Pueblo por la Democracia y la Reconstrucción Nacional”, en la que se  reclamaba el  urgente  llamado  a  elecciones nacionales.  Lxs  manifestantes  fueron reprimidos con  saña por  la  policía y  en  medio  de  los  disturbios un  obrero  salteño  fue asesinado de un tiro en la espalda por un cana de civil.
 
Ese día concurrieron también de manera independiente una gran cantidad de homosexuales. Entre ellos el poeta y artista plástico Marcelo Benítez, histórico militante del FLH, quien recordaba: [...] Mi grupito era de unos 4 ó 5 y ya nos veníamos reuniendo desde unos meses atrás. Las maricas que después fueron el GAG también estaban funcionando por su parte, según supimos ese día. Yo estaba en una punta con la Turca [Fuad Zahra], ahí por el lado del Ministerio de Economía ponele, y desde lejos reconocimos a Zelmar[Acevedo], que estaba con la Popi [Alejandro Jockl]. Y viste que como en una gran fiesta en el barrio de Belgrano. En patrulleros, colectivos y celulares, fueron trasladadxs a la comisaría 51ª.
 
Carlos Luis continúa recordando: Esto fue justo cuando Gladys Croxatto empezaba a impulsar el armado del movimiento, que juntaba a todos estos grupos informales que se venían reuniendo en una Coordinadora por las libertades cotidianas. Esa noche del 10 de septiembre, en la comisaría, captamos gente detenida que estaba furiosa e indignada por la razzia y aprovechamos ese momento para aumentar más el grupo, que no tenía nada que ver con el anterior, y le pusimos “10 de Septiembre”. Este grupo fue el embrión de lo que pocos meses más tarde sería el GAG, el más activo dentro de la Coordinadora de Grupos Gays. Cuando  Raúl  Alfonsín  asumió  la  presidencia  de  la  Nación,  en  diciembre  de  1983,miembros de la CGG con una gran pancarta y volantes coloreados a mano acompañaron esperanzadxs a la multitud, que se concentró en la Plaza de Mayo a festejar el retorno de la Democracia.
 
Pero el desencanto no tardó en llegar. Luego de un breve respiro, hacia el fin del verano de 1984, la División Moralidad de la Policía Federal, retomó el control de   las   calles como   tropa   de   invasión   del   circuito   del   deseo para   limpiarla   de homosexuales,  lesbianas  y  travestis.  Bajo  el  argumento  de  que  la  sociedad  debía  ser “preservada de manifestaciones de este tipo”, desde el gobierno nacional aseguraban en los medios que no se trataba de una persecución hacia la homosexualidad sino quehabía que “tratarla como una enfermedad” [5].Volante de la Coordinadora de Grupos Gays para ser repartido durante la asunción a la presidencia de la Nación de Raúl Alfonsín.  Los  integrantes  de la  CGG  los  colorearon  a  mano  uno  a  uno.  10  de  diciembre  de  1983.  Fuente:  Archivos Desviados.
 
Un mes antes de estas declaraciones homofóbicas, en su artículo titulado “La cruzada anti-gay”, publicado en el primer número de la revista Cerdos y Peces, Jorge Gumier Maier manifestaba: [...] almas sensibles creyeron en un reino de la libertad que bajaría a nos. Una suerte de socialdemocracia permitiría a BA asemejarse a Ámsterdam, tal vez a Barcelona (¿Sitges incluido?). El toque latino, (vía Brasil  y  caribe),  no  se  haría  faltar:  música  y  baile  en  las  calles,  vestimentas  audaces  y  coloridas.  La posibilidad de entablar una relación con cualquier desconocido. Una fauna heterogénea poblaría parques y calles: familias bien constituidas + viejos violinistas + travestis + muchachos punk + poetas buenos + poetas malos... faquires y lanzallamas tal vez... En muchas locas cabecitas (y muchas cabecitas de locas) se incubaba la idea: “Esto está floreciendo...” [...] El alfonsinismo (¿viene de cinismo?) es afecto a los barnices.
 
A los afeites, dirían otros labios. Los Edictos Policiales pasarían tal cual a jurisdicción de un Tribunal Contravencional, sin modificar sus irrisorios y aberrantes textos, y dejando en poder de la  policía  su  principal  arma:  la  facultad  de  detener  a  cualquier  ciudadano,  en  cualquier  lugar,  por averiguación de antecedentes.Pero  de  nada  servirían  los  lamentos  de  las  locas.  A  las  dos  semanas de  publicado  este texto, una  nueva  razzia  masiva  irrumpió  en  el  boliche  Balvanera  al  Sur  y  otra  gran cantidad  de  lesbianas  y  gays  fueron  cargadxsen  celulares  y  patrulleros.  De  inmediato, miembros que habían integrado la CGG, junto a locas y tortas sin experiencia militante previa  pero  hastiadas  de  la  persecución,  convocaron  a  una  asamblea  en  el  boliche Contramano. Así fue como el lunes 16 de abril de 1984 nació la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), conformada en su mayoría por grupos de la Coordinadora de Grupos Gays, que había sido disuelta en febrero por desacuerdos internos.
 
La revista Diferentes
 
En  julio  de  1984,  tres  meses  después  de  la  fundación  de  la  CHA,  se  lanzó  el  primer número  de Diferentes,  una  revista  editada  en  Buenos  Aires  que  a  lo  largo  de  tres  años publicó  cuarenta  números,  primero  de  manera  mensual,  luego  quincenal.  Sus  tapas  y páginas  interiores  incluían  retratos  de  hombres  viriles  con  una  estética  homoerótica novedosa para la época. Se trataba de la primera revista de la era del llamado “destape sexual”, dirigida al público gay. Luego  de  una década  de  salvaje  represión antihomosexual,iniciada con  la  Triple  A  en 1974  y  continuada  por  la  dictadura militar, Diferentes fue  un  salvavidas  al  que una gran cantidad de locas adolescentes y jóvenes nos aferramos para salir del ahogo del closet, para escaparnos de la soledad del diálogo interno torturante. En sus páginas, un nutrido número  de  lectores  expresaba  sus  deseos  de  contactarse  con  otros  gays  en  la  sección “Intercambio” [6] y una guía nos brindaba direcciones de bares y boliches de ambiente.
 
La  gran  Alejandro  Modarelli,  escritor  y  periodista,  hace  memoria  sobre  la  salida  de Diferentes:
 
Conocí a César Cigliutti en la parroquia San Martín de  Porres a mediados de los años  ochenta. Yo recién había egresado de un colegio religioso (era habitual en esa época que los ex alumnos de esos institutos pasasen un tiempo en grupos juveniles parroquiales, a modo de club). Salimos del closet al mismo tiempo, contándonos que estábamos calientes con compañeros del grupo, y al poco tiempo dejamos la iglesia, que no nos contenía.
 
César  empezó  sus  pequeños  escarceos  en  la vida  militante  a partir  de  una convocatoria  que  leyó  en  la revista Diferentes y se presentó en la CHA, en la sede minúscula de Diagonal Roque Sáenz Peña, donde lo recibió Carlos Jáuregui, y una serie de imágenes en las paredes de defensores de derechos humanos. A partir de ahí también hicimos nuestras primeras incursiones en los primeros boliches gays, como Old Bricks, en las Heras y Pueyrredón, que se inauguró con la asunción de Alfonsín.
 
Diferentes ya circulaba desde  1984,  unos  años  antes  de  cuando  César  se  enteró  de  la convocatoria. Teníamos noticias de esa revista que fue como una especie de anticipo o de preludio de lo que fue después el  levante  por  internet:  lectores  se  publicaban  en  el  correo  promocionando  cuerpos  y  conductas,  gustos sexuales y el perfil de sus búsquedas. No con fotos sino con descripción, y uno le escribía a la redacción y ésta, a su vez, le hacía llegar el mensaje para coordinar una cita.
 
César me dijo entonces: “tenemos que ir a comprar esta revista”. Dábamos varias vueltas al kiosco para por fin animarnos a preguntar; un poco exagerando, sentíamos que estábamos comprando maquillajes o pelucas, casi lo mismo para quien estaba por salir del closet. Nos costaba mucho pedir la revista,  era exponernos  frente  al  kiosquero  que  pertenecía  a  la  sociedad  fuera  del  circuito  gay  al  que  recién ingresábamos, y, como todavía vivíamos en la casa familiar, luego teníamos que esconderla. Yo tardé mucho más que César en militar, porque sentía aún sobre todo el deseo mayor de escribir en diarios, dedicarme a la literatura. Fui militante recién a partir de los  90s, más tarde que César. Él había madurado antes que yo. A mí me costó más esa salida del closet, que se la debo, antes a Carlos Jáuregui. El correo era la posibilidad de conocer a alguien, cosa que nunca hice [7].
 
En  el  tercer  número  de Diferentes hizo  su  entrada  triunfal  Jorge  Gumier Maier  con  un artículo de tres páginas titulado “¿Cine gay o gays en el cine?”. Aunque en una carta de octubre del 84 que le envía a Jorge Beloqui a San Pablo se refería a esta publicación como “una revistilla gay con la que colaboro”, Gumier desarrolló en ella una interesante estrategia de “entrismo” para volcarle valor político a sus páginas, que por  momentos bajaban  una  línea  de  tono  conservador.  Es  en  este  contexto  que  Gumier  convocó primero  a  Marcelo  Benítez,  y  luego  a  la  militante  lesbiana  María  Felicitas  Jaime,  con quienes  había  integrado  la  CGG,  para  que escribieran  artículos  y  junto  a  él  realizaran entrevistas a los distintos grupos de militancia homosexual y lésbica [8].
 
Aun así, la revista se publicaba con dos líneas políticas diferentes de manera simultánea. Por una parte, la línea  de  tinte  más  militante,  representada  por  Gumier,  Benítez  y  Jaime  (que  en  sus primeros  números  firmaba  con  el  seudónimo  María  No)  [9];  y,  por  otra,  columnas editoriales como la titulada “Razzia con razón”, publicada en el número 11, en la que se justificaba la detención de maricas yironas en el balneario Carrasco:
 
[...] “Carrasco” tiene dos claras divisiones, un sector bastante católico próximo a la entrada, que también es punto de reunión de familias con niños y otro lindante con un campo de golf, lleno de basura, maleza y pastizales que, por los espectáculos que presenta, hace recordar a la legendaria Sodoma en su versión sudamericana. [...] Consecuencia de este libertinaje -no cabe otro término-es la acción lógica de la policía la que se me antoja harto justificada [10].
 
En  el  medio,  entre  artículo  y  artículo,  se  intercalaban  fotos  de  chongos  en  distintas posiciones con miembros de diversos modelos y tamaños. Para el cuarto número, Gumier lleva a la revista un reportaje a sus compañeros del GAG, que da inicio a la mencionada serie de entrevistas a los distintos grupos de militancia gay y  lésbica  [11].  Este  reportaje, firmado  por “Andrea  Folgereiter” [12]  y que  hoy reproducimos completo, reunió a cuatro integrantes de la agrupación: Carlos Luis, Oscar Gómez, “Ornella”, y “Rita”, que respondieron todos con seudónimos de mujer. Según los  testimonios  que  exponemos  aquí,  podemos  decir  que  Andrea  Folgereiter  era  el seudónimo  que  el  propio  Gumier, alma  mater del  GAG,  usaba  en  algunos  artículos  de Diferentes.   
 
Al respecto, Carlos Luis recuerda: El reportaje en Diferentes fue como una ficción, donde Jorge[Gumier Maier]actuó como el periodista y nosotros como los entrevistados. No fue algo formal, no es que Diferentes nos mandó a un periodista para hacernos una entrevista. Fue un artículo pensado y realizado por Gumier, donde el resto del grupo daba las respuestas. En una de las tantas entrevistas y diálogos que mantuve entre 2015 y 2020 con mi querida amiga, la legendaria Benítez, me contaba: Yo firmaba en otras publicaciones con mi nombre o como Marcelo Acosta, porque esta calle donde vivo es Acosta, y la Cigliutti me dijo que quedaría bien Marcelo Acosta. Gumier en esa revista[Diferentes]firmaba con su nombre pero algunos [artículos] con nombre de mujer, “Andrea”. ¿Por qué? No sé.
 
A continuación, compartimos la gran Perla de archivo:
 
ESPALDAS para conocer
Por Andrea Folgereiter
[Diferentes, año 1, n.º 4. Octubre de 1984]
 
“Algunos dicen dan la cara y dan una fachada, hablan seriecitos, peinados ‘àla page’, sandeces... ¿Por qué  la  identidad  debe  estar  reservada  a  las  yemas  de  nuestros  dedillos  y  a  un  3/4  perfil?  Nuestra identidad de militantes es hacer de lo privado una cuestión pública, ya que sabemos cómo lo público se entromete  en  lo  privado. 
 
Por  pura coherencia es que damos la colita...” Así explicaron su pedido de inclusión de estas fotos 4 de los militantes de G.A.G. (Grupo de Acción Gay), aquí entrevistados.“Anahí”, psicólogo; “Frida”, lingüista; “Rita”, empleado; “Ornella”, periodista.
 
DIFERENTES: —¿Cuándo surgen ustedes?
“Rita”: —En octubre del ‘82; la gente estaba atomizada, y la intención era, primero unirse para después organizarse. Accionar era difícil, pero igualmente enviamos cartas a medios, repartimos  volantes  y  fundamentalmente,  nos  relacionamos  con  los  organismos de Derechos Humanos (aún era la época de los asesinatos de gays). Al aparecer otros grupos, creamos  la  Coordinadora  de  Grupos  Gays,  que  realizó  en  enero  de  1984,  el  primer Plenario de Grupos Gays de Buenos Aires.
A pesar de su disolución nuestro grupo siguió trabajando solo, hasta que, con motivos de las razzias a boliches gays, que contrariamente a lo que algunos creían se incrementó en el gobierno democrático, la gente comenzó a reunirse y se conformó la C.H.A. (Comunidad Homosexual Argentina), a la cuallos dos grupos preexistentes, G.A.G. y Grupo Federativo Gay, resolvimos integrarnos, a pesar de ciertas diferencias...
 
D: —¿Cuáles son esas diferencias?
“Ornella”: —Coincidimos en las reivindicaciones: cese de la represión y de toda forma de discriminación, etc., pero creemos que no es un problema simplemente de respeto a una minoría sino una lucha contra todo un ordenamiento represivo de la sexualidad. Que nos  marginen  y  repriman  no  es  una  “falla”  sino  una  necesidad  del  sistema.  Los homosexuales  no  conformamos  un  grupo  minoritario,  sino  que  ocupamos  un  lugar ideológico arbitrariamente asignado.
 
D: —¿Cuál es ese lugar ideológico?
“Ornella”: —Ni  la  heterosexualidad  ni  la  homosexualidad  son  “naturales”,  sino productos culturales. El jerarquizado recorte de la sexualidad es impuesto culturalmente y por la represión. La homosexualidad ocupa en distintos discursos, el lugar del pecado, el delito y la enfermedad, etc., lo que garantiza la preservación de la Norma, entendida como  natural,  sana,  moral.  Sólo  abstracciones  ideales  que  no  existirían  sin  su  opuesto encarnado en un soporte fijo o nítido.
“Frida”: —Una sociedad que produce sin cesar este lugar para la homosexualidad, sólo puede otorgarnos un lugar funcional que no la joda: el ghetto gay; por eso creemos que es  erróneo  pedir  tolerancias  o  aceptación,  pretender  integrarse  a  una  sociedad,  que necesita mantenernos al margen para poder sostenerse.
“Rita”: —Desde  ya  luchamos  para  aminorar  la  represión  y  la  intolerancia,  pero fundamentalmente luchamos por algo más.
 
D: —¿Qué sería ese algo más?
“Anahí”: —Es una ilusión idiota plantearse la cuestión de la homosexualidad fuera del marco que le corresponde, que es el de la sexualidad. El deseo es uno, la sexualidad es una. Se trata de romper los tabiques que la fragmentan, neurotizar todas las relaciones.
“Frida”: —No defendemos un modo de sexualidad contra otro, no estamos orgullosos por ser gays, no creemos que la homosexualidad sea mejor, es igual que decir que es peor. Se  siguen  sosteniendo  dos  identidades  diferenciadas  y  opuestas,  como  dadas  por  la naturaleza...   se   pongan   los   adjetivos   que   se   pongan,   la   estructura   sigue   igual: heterosexuales   allí,  homosexuales   aquí.   Si   queremos   cambiar   nuestro   lugar,   será imposible si no cambia todo el resto.
“Rita”: —No queremos un permiso para vivir, una piecita al fondo en el Petit Hotel de las  identidades  sexuales.  No  queremos  forjar  una  identidad  gay,  sea  maldita  o  bonita, escabrosa o inofensiva. Algunos llegan a decir “los gays somos más sensibles...” y hasta “los gays defendemos la familia...”.
“Frida”: —Se trata de no rotular, porque es hacer el juego al sistema.
 
D: —¿Y por qué se llaman G.A.G. y no G.A.S., Grupo de Acción Sexual?
 “Anahí”: —La  sexualidad  fragmentada  en  distintas  categorías  se  define  en  torno  a  la Norma, por su acatamiento o no. Mientras existan estas categorías y su jerarquización, los que estemos colocados en el lugar de la opresión (mujeres, gays menores, ancianos discapacitados, etc.) debemos combatir desde la reivindicación de nuestros derechos de minorías junto a las demás. Este es el primer “tempo”; y el cambio necesario para alcanzar el segundo sería comprender el deseo como único motor, sin discriminación de objeto, sin  importarle  el  objeto.  Para  esto,  estas  luchas  se  deben  unir  contra  el  sexismo, heterosexismo y el machismo que pautan nuestras formas de relacionarnos.
“Frida”: —Por eso sabemos que nuestro combate va detrás de la liberación femenina. Es indisoluble.
 
D: —¿Por qué no hay lesbianas en el grupo?
—Nosotros  somos  reprimidos  porque  traicionamos  el  rol  de  macho  dominante;  ellas porque rechazan el rol de dominadas, el que se le impone a la mujer. Por eso su lucha pasa  por  la  liberación  femenina,  antes  que  por  la  liberación  gay,  que  sería  un  segundo momento.
 
D: —¿Cómo hacer para que este combate homosexual, en esta primera etapa, no caiga o se reduzca a la defensa del ghetto?
“Rita”: —El ghetto por un lado es positivo. Sirve para que la gente se conozca y reúna.
“Ornella”: —Una amiga mía feminista que vino de España, me hablaba del sinsentido de los restaurantes y boutiques gays que hay allá. No cumplen una función social como los bares...
“Frida”: —Tienen función social, una función reaccionaria, pues fomentan la creencia de que la gente gay es especial, tiene una sensibilidad especial, como si la comida que hacen o comen los gays fuese distinta a la de los straights...
“Ornella”: —Aunque  por  lo  bajo,  se  puede  leer  la  necesidad  de  pertenencia,  es  algo positivo si permite reconocer una situación de marginalidad como primer paso en la lucha por los derechos propios.
No  sólo  pedimos  ciertas  cosas,  hay  un  trabajo  de  reflexión  y  concientización. Partiendo  de  aquí,  nuestra  lucha  confluye  con  la  de  todos  los  grupos  alternativos  y liberacionistas, aunque no tomen lo sexual como eje.
 
D: —¿Ustedes criticarían ciertas constantes del ghetto como la frivolidad, el loqueo y la preocupación por toda moda, etc.?
“Frida”: —Estás mezclando las cosas. Rescatemos lo del loqueo. El gay-loca es nuestra insignia  disfrazada;  te  diría  travestida,  si  no  llevase  a  equívocos.  Pero  la  paquetería,  la frivolidad, nos parecen necias en un gay como en cualquier persona.
“Rita”: —No confundamos loca con burguesa.(Coro: ¡Locas sí, señoras no...!)
 
D: —Si la Norma es la sexualidad genital, heterosexual y monogámica, ¿implicaría que la sexualidad gay es no-genital y no-monogámica? Para ser más claro, el gay usaría una parte de su cuerpo, gozaría con algo que no son los genitales.
 
Y segundo, la tendencia a parejas breves, a parejas abiertas, a mucho intercambio indiscriminado...
“Anahí”: —Los  gays,  tanto  como  los  no  gays,  usamos  todo  el  cuerpo.  Simplemente tendemos  a  prohibirnos  menos,  a  jerarquizar  menos  algunas  partes.  En  cuanto  a  la monogamia, creo que sólo existen las gamias; y de la confrontación con la realidad social, estas se dan de formas neurotizadas, por estar tan sobredeterminadas.
 
D: —¿Por qué es tan difícil para un gay tener una pareja estable, suponiendo que esto sea lo deseable?
“Anahí”: —Premio y castigo. La heterosexualidad, por ser reproductora de la herencia, premia a sus gamias, a todas. Y escinde a las que no aceptan sus reglas, castigándolas.
 
D: —¿Entonces hay una desventaja?
“Ornella”: —Sí, en ese sentido; pero también facilita romper con la cosmovisión straight (sexista, machista y heterosexista), que pasa por esa estructuración del deseo.
 
D: —Hablás de un deseo más libre...
“Rita”: —El  deseo  no  tiene  reglas  ni  limitaciones.  Sólo  busca  satisfacerse,  y  es imperioso... (ademanes obscenos por partes del grupo).
“Frida”: —Freud  aclara  que  en  las  sociedades  más  modernas,  el  peso  recae  sobre  la elección  de  objeto.  Una  relación  será  elogiada  o  rechazada  según  cuál  sea  su  objeto: mientras que otras sociedades entendían que lo valioso en sí era la relación, sin importarle el objeto, hombre, mujer, niño, etc.
“Anahí”: —Y Freud también dice que la exclusividad del objeto heterosexual no es algo natural, sino un tema a esclarecer.
 
D: —Sin embargo los gays serían tan cerrados como los heterosexuales, al no tener relaciones de ese tipo.
“Ornella”: —Eso  es  falso.  Kinsey  demostró  que  tanto  los  homosexuales  como  los heterosexuales exclusivos son una total minoría en la realidad.
La norma pretende vender como  mayoritaria  la  mínima de homosexuales que  no  tienen  relaciones  homosexuales. Mantienen este mito, porque le conviene que la hacienda esté separada.
“Rita”: —Temen que las plumas del corral de las gallinas hagan un desbarajuste en el de los  chanchos,  que  no  cesan  de  enviarnos  desde  sus  celdas  enmierdadas  seductores  y lascivos gruñidos (risas y elogios).
 
D: —¿Entonces lo ideal sería la bisexualidad?
“Frida”: —La idea de  bisexualidad  sigue  diciendo  que  existen  dos categorías,  y  que es posible no optar sino picotear en las dos. Pero sea una, la otra o ambas, siempre es lo mismo: creer que hay dos cosas diferenciadas.
 
D: —¿Qué  pasa con  esa libertad  del  deseo  que  no  se  fija a un  objeto  cuando  lleva  a promiscuo?,  no critico la cantidad y variedad de relaciones, quiero decir, la falta de afecto en la relación sexual.
“Ornella”: —La sexualidad sin amor es válida, tiene un valor propio que es el placer.
“Anahí”: —Considero que la madurez psicosexual es la capacidad de vincularse sexual-afectivamente con cuantas personas uno tenga necesidad.
“Frida”: —La dupla sexo-amor, viene a sustituir a la dupla sexo-reproducción. Se trata siempre de encadenar a la sexualidad, de justificarla con algo más “noble” que la va a pautar, porque en sí es algo malo.
“Anahí”: —Si  desacralizamos  la  noción  de  amor  romántico,  podemos  encontrar  real afecto en todas las relaciones que tengamos, sean esporádicas o no, etc.
 
D: —¿Qué  me  dicen  de  ese  mito  del  gay  que  sólo  quiere  ser amado  por  un  hombre-hombre,  un heterosexual?  ¿No  corresponde,  tal  vez,  en  parte  a una realidad?  Está muy  presente  a lo  largo  de  la literatura...
“Ornella”: —Hay  relaciones  homosexuales.  Si  una  loca  se  encama  con  un  chongo independientemente  de  los  roles  (¿podría  decirse que  algo  es pasivo  y  algo  activo?),  lo que  hay  es  una  relación  homosexual,  y  no  una  relación  homosexual  para  uno  y  no-homosexual para otro.
“Frida”: —Hay una idea machista, es el hombre, es el pene el único que posibilita placer. Sea  a  una  mujer,  a  un  gay,  etc.  Y  este  machismo,  también  se  da  en  algunos  gays,  por supuesto.
 
D: —¿La pareja gay ganaría con eso?
“Frida”: —Todo  tiene  su  contradicción;  en  parte  lo  rompe,  en  parte  lo  reproduce.  El vínculo  entre  dos  gays  toma  carácter  de  pareja  cuando  toma  carácter  de  pareja heterosexual, es decir, toma sus roles.
“Anahí”: —Entramparse  en  ese  esquema  es  frente  a las  posibilidades  del  deseo,  optar por la neurosis socialmente provocada. Se toman los facilitados caminos del machismo y el falocentrismo.
 
D: —Los travestis, paradójicamente, ¿serían los gays más machistas; diferentes a los verdaderos gays?
“Rita”: —¿En base a qué estás definiendo categorías? ¿Hablás del travesti como de quien desea a un “hombre-hombre”? No todos los travestis quieren “eso”. Lo que sí quiere todo travesti es aparecer como mujer. Sólo esto los define.
“Anahí”: —Quiero hablar sobre la paradoja. Así como los polos opuestos se tocan, este punto de unión es lo paradojal de la paradoja. Que un hombre aparezca como mujer, y una “mujer” tenga pene. Lo paradojal que un hombre se enamore de un hombre del modo que se enamora de una mujer; y de que un hombre enamore a otro jugando a ser mujer, taconeando sobre la certeza sin engaños de su masculinidad.
“Frida”: —Hablás de los gays verdaderos, como si hubiese gays falsos. Además ningún gay es atraído por otro gay, sino simplemente por otro hombre, sea o no gay. Que después sólo tenga relaciones con gays y no con “chongos”, es una elección. O que sea siempre pasivo o activo. De hecho lo único real, es la relación de objeto.
 
D: —¿Cómo explican la asociación que se hace de homosexualidad con perversión de menores?
“Frida”: —No se le reconoce sexualidad al menor. Es como si antes de los 21 años se fuese  una tabula  rasa,  y  que  cualquier  experiencia  nos  marcaría  fatalmente.  De  ser heterosexual, aceleraría el camino “natural”; si es homo, puede “torcerlo”. Lo que supone que hay algo natural, heredado y que maduraría al cumplir 21 años. Y está la idea de la homosexualidad como algo tan poderoso, algo tan gratificante y turbador, tan virósico, que un mínimo contacto modificaría el desarrollo... Estadísticamente, los corruptores son mayoritariamente  heterosexuales,  y  no  hay  pruebas  de  que  menores  con  relaciones homosexuales, se hayan visto “determinados” por tales experiencias.
“Rita”: —El problema de las sociedades “tolerantes”, es el límite de esa tolerancia: en los Parlamentos europeos se discute y se baja el límite a los 16 años. Si es 16, por qué no 14, y después de un tiempo lo vuelven a bajar a 15. Si es 15 por qué no 13. Si no hay límite biológico  claro,  es  porque  la  sexualidad  comienza  con  el  nacimiento.  ¿Cuándo  alguien adquiriría  conciencia  de  lo  que  quiere?  ¿No  es  lo  que  se  quiere  (desea)  siempre consciente? ¿O el heterosexual comprende algo cuando tiene ganas de cogerse un puto, e  inventa  mil  justificaciones  (borrachera,  ausencia  de  mujeres,  curiosidad,  mambo, beneficio económico, etc.)?
 
D: —¿Qué  lleva  a un  gay  a tener  que  pagar  para conseguir  un partenaire?  ¿Estará comprando  lo imposible, un “macho en estado puro”? ¿O es que las relaciones entre gays están tan centradas en la belleza  física  más  que  en  otros  valores,  que  si  uno  no  es  joven  y  buen  mozo  debe  pagar  para  tener relaciones?
“Anahí”: —El taxi está justificando una relación por el beneficio económico. Tiene sus relaciones, son las culpas inconscientes que no le permiten hacerlo sólo por placer. No digo que todos los taxis sean gays “no asumidos”. Pueden ser simplemente varones a quienes  su  machismo  no  les permite  reconocer  que  también  desean  a  los hombres.  El gay que paga también tiene sus razones, sus propias culpas, y el correspondiente castigo, que   es   el   pago.   El   suceso   tarifado   permite   dos   formas   distintas   de   situar   la homosexualidad: el gay, y el taxi que no sería gay.
“Frida”: —Lo de pagar en sí es relativo. Los heterosexuales también pagan, y no hablo sólo de prostitución. Pagan con una cena, con las entradas a un boliche, etc.
“Ornella”: —En cuanto a la belleza física y la juventud, también están quienes prefieren a  hombres  maduros  o  inteligentes.  Está  claro  que  los  valores  dominantes  se  imponen tanto en gays como en no gays.
 
D: —Ya  explicaron  el  rechazo  de  la  sociedad  al  homosexual,  pues  el  esclarecimiento  implicaría cuestionar toda su organización sexual. Pero al menos para mí, no se explica del todo esta gran homofobia y lo encarnizado de la represión contra ustedes.
“Frida”: —Mirá, te leo a Hocquenghem: “Lo que causa problemas no es el deseo homosexual, sino el miedo a la homosexualidad...”; “Se trata de pulsiones que todos experimentamos  y que  nunca abordamos  francamente  en  nuestro  vivir  cotidiano...  Un fanático  mecanismo  social  borra  sin  interrupciones  las  huellas  permanentemente renovadas de nuestros deseos ocultos”. Y te leo esto: “La homosexualidad manifiesta algo del deseo que no aparece en otras partes, y ese algo no es simplemente el acto sexual cumplido  con  una persona del mismo sexo”. Freud habla al analizar las instituciones masculinas,  Iglesia,  Ejército,  asociaciones  deportivas,  que  lo  que  las  cohesiona  es  su homosexualidad latente, que rechazan y transforman entonces en persecución a aquellos que  la  encarnan  abiertamente.  El  delirio paranoico:  se  rechaza y  se persigue  porque  se desea.
“Ornella”: —El homosexual despierta miedo porque despierta lo que todos tenemos de homosexual, se evita la culpa proyectando este deseo en el gay (esto explica el mito de que todo gay“busca” a todos los hombres, “vive provocando e incitando”). Si el deseo es del otro, uno se queda tranquilo, y se ve confirmado como heterosexual.
 
D: —¿Quisieran agregar algo más antes de terminar?
“Rita”: —Pero, papito, ya querés terminar...
“Ornella”: —Mirá, apagá el grabador que te explicamos todo...
“Frida”:  (aclarando  la  situación) —Mirá,  es  como  dice  Hocquenghem:  “No  existe posición  inocente  u  objetiva  sobre  la  homosexualidad. 
Sólo  hay  situaciones  de  deseo donde la homosexualidad está en juego”.
—Yo quisiera ahora hablar de porqué somos militantes. Sartre dice: “No importa lo que la  historia haya hecho  del hombre;  lo  verdaderamente  importante  es lo que el hombre haga con lo que la historia haya hecho de él”. El compromiso es con uno y con la realidad al mismo tiempo. No son dos cosas distintas. Deseo y militancia están unidos. Por eso no compartimos el criterio de otros grupos de una estructura jerarquizada con cargos y autoridades que orienten a los demás en las acciones externas a realizar. Para nosotros la militancia es hacia afuera y hacia adentro. Si revisamos el lugar que nos da la sociedad, también  debemos  reflexionar  sobre  las  ideas  que  tenemos  sobre  nosotros  mismos, nuestras relaciones con los demás, etc.
“Anahí”: —No hay una causa gay exterior ajena a nuestro deseo, a la cual nos entregamos abnegadamente. Nuestra causa es el deseo, y si militamos es porque deseamos y porque deseamos seguir deseando.
 
El G.A.G., generalmente junto con el G.F.G. han desarrollado una gran actividad: volantes, afiches, participación en  marchas  de  Derechos  Humanos,  charlas  en facultades y otros lugares. Tienen también un equipo de Orientación Psicológica, al  que  se  puede  acudir,  y  forman  Grupos  Sociales,  para  aquellos  gays  que  se encuentran  aislados.  Acaban  de  editar  el  1er.  número  de  SODOMA  que  puede solicitarse, al igual que cualquier otra información, a: C. C. 5554 -1000 Capital.
 
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Volante original realizado desde una xilografía del artista Marcelo Pombo, integrante clave del GAG, para la fiesta en el boliche Nosso Mundo convocada para recaudar fondos para el segundo número de la revista Sodoma, publicada  por  la  agrupación.  Noviembre  de 1984.  Fuente:  Archivos  Desviados.©  1984,GAG/Grupo  de Acción Gay & Sodoma por Marcelo Pombo bajo licencia de CC BY-SA 4.0
 
Les  dejamos  aquí  una  última  cuenta  para  este  collar  de  perlas  que  constituye  nuestro archivo de las lenguas de las locas [13]. Sobre el GAG, Marcelo Benítez, agregaba:
 
Te diría que lo más parecido al FLH que tuvo la post dictadura fue el GAG. Era el más radicalizado de los grupos gays, y como en Eros, todas sus maricas habían sido bautizadas por sus compañeras con nombre de mujer. Mi grupo, el de Felicitas, y el de la Gumier, salieron del mismo repollo, que fue el 10 de septiembre, nombre que le pusimos a un grupo a los pocos días de la razzia en una fiesta en una casa de Belgrano  o Nuñez por ahí,  donde metieron  a casi trescientos putos y tortas en celulares, tres meses antes que asumiera Alfonsín. De ahí salen el Grupo Federativo Gay, que fundamos con Zelmar y Elena [Napolitano], el Oscar Wilde, donde estaba Felicitas con otras lesbianas y dos gays, y el GAG. Estos grupos  anduvimos  siempre  en  contacto.  Las  del  GAG  eran  si  querés  las  más  ilustradas,  escritoras  o artistas de Buenos Aires si querés, pero no les dejaban pasar una a las locas de la CHA, que eran de un  verticalismo  derechoso  asqueroso,  salvo  pocas  excepciones  como  Jáuregui.  Cuando  la  Gumier  es invitada a formar parte de Diferentes enseguida nos mete a mí y a Felicitas, que firmaba con nombre de varón creo. Duramos poco en esa revista igual eh, no te vayas a creer, pero me pagaban puntualmente y escribí varios artículos.
 
J.Q: ¿Por qué duraron poco?
 
Y... terminamos ahí porque las locas en ese momento del destape querían ver chongos desnudos, o encontrar  direcciones  de  boliches,  y  si  les  ofrecías  lectura  querían  leer  reportajes  a  actrices.  No  podías hacerles morder el anzuelo con un chongo en pelotas en la tapa y al abrirla que te estampen a un grupo de locas reclamando derechos. No hay nada menos erótico que una loca politizada.
 
FIN

Notas
 
[1] Para  un  estudio  previo  sobre  el  surgimiento  de  la Coordinadora  de  Grupos  Gays (1983-1984) y la fundación de la CHA puede consultarse el trabajo de Mabel Bellucci y Juan Queiroz Hendiduras en la noche del régimen militar. El surgimiento del Movimiento Guey por la Liberación y la Coordinadora de Grupos Gays. Moléculas Malucas, enero de 2023.https://www.moleculasmalucas.com/post/hendiduras-en-la-noche-del-régimen-militar
 
[2]  El  informe  que  de  manera  anónima  escribió  Perlongher  para  la  Comisión  por  los Derechos de la Gente Gay (1981), puede leerse completo en Queiroz, Juan. La represión a los homosexuales en la Argentina. El informe de Néstor Perlongher y la Comisión por los Derechos de la Gente Gay. Moléculas Malucas, octubre de 2021.https://www.moleculasmalucas.com/post/la-represion-a-los-homosexuales-en-la-argentina
 
[3] Carlos Luis entrevistado por el autor el 29 de marzo de 2024.
 
[4] Entrevista del autor a Marcelo Benítez, octubre de 2015. Publicada en Hendiduras en la noche del régimen militar. El surgimiento del Movimiento Guey por la Liberación y la Coordinadora de Grupos Gays, op.cit.
 
[5] Symns, Enrique, "Tróccoli responde", El Porteño Año III/No. 29, mayo de 1984.
 
[6] Los mensajes incluían una amplia gama de búsquedas, como: “Gay pasivo (40 años) busca amistad para compartir momentos de real felicidad. Soy muy varonil, romántico, sincero  y  no  me  gusta  la hipocresía. Gustavo, de Capital”, o “Activo,  25  años,  cutis blanco,  ojos  marrones  claros,  deseo  conocer  gay  sin  límite  de  edad  que  tenga  buena posición económica. Norberto, de Santa Fe”. O también: “Joven de Venado Tuerto, de 26 años. activo y con moto Kawasaki 440, busca gay pasivo”.
 
[7] Alejandro Modarelli, entrevistado por el autor, abril de 2024.
 
[8] Cabe aclarar que María Felicitas Jaime, hacia los últimos números de la revista, asumió la  función  de  directora.  Desde  que  comenzó  a  colaborar  para Diferentes, reclamó  sin descanso  la  publicación  de  una  versión  de  la  publicación  dirigida  a  lesbianas. Datos recabados de la entrevista realizada a Jaime por el autor en 2016.
 
[9] Ofrecemos a continuación una lista de los textos publicados por Marcelo Benítez y María Felicitas Jaime en la revista:
En Diferentes n.º 6,  de  diciembre  1984,  entra  a  colaborar  Marcelo  Benítez,  con  dos artículos, “El homosexual y su familia” y “El amor de los homosexuales”. Para el n.º 7, enero de 1985, Benítez escribe, “El suicidio” y “Taxiboys, el negocio de la marginalidad”. En este número entra María Felicitas Jaime con el seudónimo de María No y entrevista a un grupo de lesbianas en bajo el título “Para un gay no hay nada mejor que otro gay”. En Diferentes n.º 8,  febrero  de  1985,  María  No  entrevista  a  Alejandro  Salazar sobre  la CHA: “Comunidad homosexual argentina, un movimiento que crece”. En el n.º 9, marzo de 1985, Benítez escribe “La Mujer Fálica” y “Homosexualidad y enfermedad mental”. María  No  realiza  la  entrevista  “Oscar  Wilde:  Afecto  y  Militancia”,  reportaje  a  la agrupación Oscar Wilde, donde entrevista a Peter Gilbert, Jorge Brailard, Daniel Vega, Bea Albertini y María Felicitas Jaime (entrevistadora y también integrante del grupo). En Diferentes n.º 10, abril de 1985, Benítez escribe “Homosexualidad y enfermedad mental. Parte II”. María No, escribe “Amor y Placer”, un artículo sobre lesbianas, y realiza otra entrevista: “Contactos: Objetivo: Militar” (reportaje al grupo Contactos). En Diferentes n.º 11, mayo de 1985, Jaime realiza: “Una charla informal. Entrevista a Zelmar Acevedo”. Es en este número donde se publica la mencionada columna titulada “Razzia con razón”.
 
[10] Publicado en Diferentes n.º 11, de mayo de 1985. Cabe destacar que la publicación de esta columna hizo que Gumier Maier y Marcelo Benítez se alejaran definitivamente de la revista como colaboradores.
 
[11]  Los  artículos  que  escribió  Gumier  y  que  firmó  con  su  nombre  y  apellido  fueron: “¿Cine gay o gays en el cine?”, en Diferentes n.º3, de septiembre de 1984. En el n.º 4, de octubre de 1984, “Una forma para la cuestión gay”, continuación del artículo anterior. En el n.º 6, de diciembre de 1984 "F.L.H. Entre el ‘souvenir’ y el devenir": "Entre el ‘souvenir’ y el devenir", de Jorge Gumier Maier (moleculasmalucas.com). En el n.º 7, de enero de 1985, “Un siglo de vida gay” y una entrevista titulada “Portrait of a Porno Star”. En el n.º 11, de mayo de 1985 “Entrevista a Diego Giménez: El arte del erotismo”. @archivosdesviados  cuenta  con  estos  ejemplares  disponibles  para  la  consulta  de activistas, estudiantes e investigadores de nuestras comunidades desviadas. El proyecto independiente Caracol Ediciones @eeeerrrroooossss, publicó un hermoso libro en 2022 compilado  por  Nicolás  Cuello  y  Santiago  Villanueva,  titulado Algunos  Textos,  de  Jorge Gumier  Maier,  donde  se  incluyen  las  colaboraciones  del  autor  en Diferentes y  en  otras revistas de la época.
 
[12]  Considerando,  según  los  testimonios,  que  Andrea  Folgereiter  era  Gumier  Maier, aparte  del  reportaje  que  publicamos  hoy,  detallamos  sus  otras  colaboraciones  en Diferentes: En el n.º 5 de noviembre de 1984, realiza un reportaje que no firma, realizado al Grupo Federativo Gay, del que formaba parte Marcelo Benítez. En el sexto número, de  diciembre  de  1984,  publica  la  entrevista  al  Grupo  Venezuela,  titulada  “Tirar orgones.... Hacia un placer casi pagano”. En el n.º 8, de febrero de 1985, entrevista al Grupo Pluralista, que contaba con quince gays y dos lesbianas. En ese mismo número, también  firmado  como  Andrea  Folgereiter,  transcribe  una  entrevista  que  le  realiza  a “Tatiana” (Alejandro K.), del GAG, que regresaba de un viaje a Nueva York y compartía sus impresiones sobre la vida y el activismo gay en esa ciudad. También en la “Sección gay”, de Cerdos & Peces n.º 4, de julio de 1984, a continuación del artículo de Perlongher “El mundo gay en Brasil. Visión del paraíso”, se publicó otro artículo de Andrea titulado “Él es casado, yo soy la loca”.
 
[13] Entrevista del autor a Marcelo Benítez, octubre de 2015.
 
Algunos artículos y publicaciones de interés sobre el Grupo de Acción Gay
 
-De cómo ser una verdadera loca. Grupo de Acción Gay y la revista Sodoma como geografías ficcionales de la utopía marica. Por Nicolás Cuello y Francisco Lemus (2016). Badebec, 6 (1), 250-275.
 
-Jorge  Gumier  Maier  y  Marcelo  Pombo.  Activistas  gays  en  el  campo  artístico  de  Buenos  Aires. Por Mariana Cerviño. Sexualidad, salud y sociedad, nº 14. Agosto de 2013.
 
-Ataques  de  risa.  El  humor  como  estrategia  queer. Por  Mariano  López  Seoane. Compàs d’amalgama, nº 1, pp. 45-51.
 
-Marcelo  Pombo.  Un  artista  del  pueblo. Catálogo  de  la  exposición  curada  por  Inés Katzenstein.  Colección  de  Arte  Amalia Lacroze  de  Fortabat.  Del  28  de  mayo  al  16  de agosto de 2015. Textos de Inés Katzenstein, Mariana Cerviño, Claudio Iglesias y Marcelo Pombo.
 
-"Entre el ‘souvenir’ y el devenir", de Jorge Gumier Maier. Nota introductoria de Mariano López Seoane. Moléculas Malucas, marzo de 2021.https://www.moleculasmalucas.com/post/entre-el-souvenir-y-el-devenir-de-jorge-gumier-maier
 
-Hendiduras en la noche del régimen militar. El surgimiento del Movimiento Guey por la Liberación y la Coordinadora de  Grupos  Gays. Por  Mabel  Bellucci  y  Juan  Queiroz.  Moléculas  Malucas, enero  de  2023.  https://www.moleculasmalucas.com/post/hendiduras-en-la-noche-del-régimen-militar
 
-Con la democracia se come, se cura, se educa y también se reprime. El surgimiento de la Comisión Pro-Defensa de las Libertades Cotidianas". Por Mabel Bellucci y Juan Queiroz. Moléculas Malucas, enero de 2021.https://www.moleculasmalucas.com/post/con-la-democracia-se-come-se-cura-se-educa-y-también-se-reprime
 

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