LA BISEXUALIDAD DE FRIDA
KAHLO Y SUS PAREJAS LÉSBICAS
En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Bisexualidad, el 23 de septiembre, hacemos un recuento de la vida de Frida Kahlo
Por Redacción
21/09/2022
La figura de Frida Kahlo no sólo transgredió el arte, también las relaciones personales, ella reivindicó la libertad sexual de la mujer tradicional en los años 30 y 40, y su matrimonio con el muralista Diego Rivera no fue impedimento para que se relacionara con hombres y mujeres en diferente grado de intimidad y afecto, señala el portalUNAM, tras presentar un episodio en el que se habló sobre la artista en el programa 41 tropiezos de la heteronorma.
Las relaciones lésbicas que sostuvo Frida Kahlo no eran un secreto, lo que escandalizaba a la sociedad de ese entonces. Lo que se cuestiona es que no se sabe si esta relaciones fueron una defensa emocional ante las infidelidades de su esposo o si fueron enamoramientos auténticos. Lo cierto es que las relaciones que mantuvo Frida con otras mujeres estuvieron marcadas por la sororidad, la exploración artística y la experimentación, en un mundo machista, heteropatriarcal y sometido a la norma.
En una conversación con Mara Fortes, la bióloga e investigadora del Centro de Investigaciones interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades, Siobhan Guerrero, y el cineasta Roberto Fiesco, la actriz Ofelia Medina habló sobre su conexión con Frida Kahlo, una de las pintoras más reconocidas e importantes del siglo XX.
Ofelia Medina encarnó a Frida Kahlo en la primera adaptación mexicana sobre la vida de la artista en la película Frida, naturaleza viva (México, 1983), de Paul Leduc.
Los vínculos amorosos de Frida Kahlo
Entre los vínculos amorosos de Frida con otras mujeres, que se abordaron en el programa estuvieron Jacqueline Lamba, esposa de André Bretón, quien vivió con Frida y Diego Rivera durante siete meses. Ambas compartían su vocación por el arte y un matrimonio con grandes artistas de la época, personajes vorazmente masculinos. También tenían en común el haber jugado en la juventud con los roles de género al vestir, y su preocupación y problematización de la condición femenina. Asimismo, se recupera el vínculo de Frida con Georgia O’Keeffe, artista estadounidense casada con el pintor Alfred Stieglitz, ambas pintoras de carácter surrealista, casadas con hombres mayores, adúlteros, machistas y poderosos en el mundo del arte.
Frida exploró su sexualidad, identidad de género y feminidad junto a otras mujeres, quienes también estaban sometidas a la heteronorma, principalmente por parte de sus propios maridos. Al igual que ella, estas mujeres formaban parte del movimiento surrealista, y buscaban construir su propio lenguaje artístico a partir de la autorreferencia y la reflexión en torno a la condición femenina.
Con información de UNAM Global
Graciasss/lacaderadeeva.com/actualidad/la-bisexualidad-de-frida-kahlo-y-sus-parejas-lesbicas/
LA VIDA BISEXUAL DE FRIDA
KAHLO
(16 de Julio de 2018)
Si alguna mujer latinoamericana ha tenido alguna vez influencia sobre la historia de las mujeres, la historia de la homosexualidad, la historia de Latinoamérica y también sobre la historia de las artes y el pensamiento, todo al mismo tiempo, siendo su proyección universal, trascendiendo los límites entre las diferentes disciplinas artísticas y derribando las fronteras entre los distintos países y las diferentes culturas, esa ha sido Frida Kahlo (1907-1954).
Símbolo del feminismo y mito de un arte latinoamericano que se reinventó en sus pinturas, Frida constituye un referente femenino que ha desplegado (y despliega) un gran poder de atención: fuente de inspiración para generaciones posteriores de mujeres, ha servido de apoyo e impulso para la regeneración de una cultura mexicana que había perdido de vista sus raíces indígenas y, en parte también, su propia identidad. Con una particular visión del arte, de la historia, pero también de la vida, el impacto de Frida Kahlo como referente artístico universal es un asidero de connotaciones importantes en el proceso de reconstrucción de la historia de las mujeres, y también de la historia de México
Llevó una vida poco convencional. Reivindicó una libertad inusual para una mujer de aquel tiempo, y su estrecha relación con el dolor y las limitaciones físicas le proporcionaron una perspectiva muy personal y singular acerca de la experiencia creativa de la vida. De ideas políticas revolucionarias, se mantuvo siempre ligada al Partido Comunista de México y se codeó con artistas y pensadores de alto voltaje internacional: Pablo Picasso, Wassily Kandinsky, André Bretón, Marcel Duchamp, Miguel Lira, Juan Antonio Mella… cuentan entre las personalidades que mantuvieron relación con la pintora.
Fue amante de León Trotsky, y la leyenda sugiere que Chavela Vargas compartió con ella más que una simple amistad, algo que ya subrayamos en el capítulo anterior de esta sección y que nos conduce directamente a nuestra anterior protagonista, a pesar de, tal y como ya adelantamos en su momento, no existan evidencias concretas que lo confirmen.
Andrógina y bisexual, se le conocen un sinfín de amantes de ambos sexos, que dan muestra de una bisexualidad que ella nunca se molestó en desmentir. Sin embargo, Frida tuvo dos grandes amores en su vida: su padre, un fotógrafo de origen húngaro que había terminado en el país americano huyendo de la incomprensión familiar, y el también pintor Diego Rivera, considerado uno de los exponentes más significativos de las artes pictóricas latinoamericanas. La relación de Frida y Diego, que duraría en torno a 20 años, fue una relación intensa llena de altibajos y estuvo marcada principalmente por las constantes aventuras extramatrimoniales de ambos, dato que ha incrementado la curiosidad en torno al mito de la pareja.
La artista tuvo una infancia triste y una juventud difícil, marcadas ambas por la enfermedad y por la convalecencia. Siendo niña contrajo la poliomielitis, lo que la obligó a permanecer en cama durante meses. La enfermedad daría paso a un sinfín de lesiones, accidentes y operaciones, trance que la convertiría en una niña solitaria que no participaba de la vida como el resto de los niños; este aspecto le hizo sentir dolorosamente limitada.
Será entonces cuando comenzará a pintar. A esta época se refieren obras como Ella juega sola o Niña con máscara de muerte, o la también muy conocida Cuatro habitantes de la ciudad de México. Estos son cuadros realizados ya en un momento adulto, pero que reflejan la tristeza y soledad que padeció de niña debido a sus múltiples restricciones en materia de salud.
Siendo adolescente, sufrió un terrible accidente: el bus en el que ella viajaba fue arrollado por un tranvía y quedó totalmente aplastado contra un muro. Este accidente sería causa de una tremenda lesión y de más de 32 intervenciones quirúrgicas que le obligarían a permanecer un tiempo muy largo y muy sombrío en cama de nuevo: su columna vertebral quedó fracturada en tres partes, sufriendo además fracturas en dos costillas, en la clavícula y tres en el hueso púbico.
Su pierna derecha se fracturó en once partes, su pie derecho se dislocó, su hombro izquierdo se descoyuntó y un pasamanos del bus en el que viajaba le atravesó el cuerpo, entrándole por la cadera izquierda y saliéndole por la vagina. Esta durísima experiencia marcaría su arte y también su visión particular de la vida, viéndose en sus autorretratos una Frida fragmentada y rota en pedazos que tendría que hacer acopio de un valor sobrehumano para sobrevivir al dolor y aprender de aquel trance. Las obras referidas a este periodo de tiempo las elaboraría a finales de los años 20, y tal vez sean la muestra más impresionante de su pintura.
Su pasión por el arte, su pintura revolucionaria y su arrolladora personalidad trascendieron a nivel internacional y han sobrevivido al paso del tiempo, sirviéndose de este para enriquecer una leyenda que permanece hoy muy viva. Expuso en Nueva York, París y Londres. Fue portada de Vogue. Sus viajes a Europa y su residencia durante un tiempo en Estados Unidos, que quedará registrada en sus cuadros y dará fe de una época artística muy viva y madura, son signos de su espíritu cosmopolita y universal.
Morirá en el año 1954, tras unos últimos años marcados por un profundo deterioro de su salud que de nuevo la obligarán a guardar cama. Sobre su vida existe una amplia literatura y un interés científico significativo. Las investigaciones feministas, el mundo del arte, pero también áreas del pensamiento y las letras le rinden homenaje permanente y la convierten en constante objeto de estudio. Su personaje ha devenido en mito, un mito al que le caracteriza una riqueza histórica que puede presenciarse en La Casa Azul, su casa paterna en Coyoacán (México D.F.), convertida hoy en un interesante homenaje a la artista.
FUENTE: Órbita Gay
Graciasss/www.boy4me.com/news/la-vida-bisexual-de-frida-kahlo-
Comentarios
Publicar un comentario