MOLÉCULAS MALUCAS



JUAN QUEIROZ Y MABEL BELLUCCI
 
Durante el mes de marzo de 2020 l*s activistas y archivistas Juan Queiroz y Mabel Bellucci decidieron llevar a cabo una experiencia política de archivos queer y rescate de memorias “fuera del margen”. Fue así como dieron surgimiento a Moléculas Malucas, una revista en formato digital, un proyecto crítico cultural, activista, autogestivo y sin fines de lucro ni subsidios.

Como inicio a nuestras actividades, el 29 de marzo de 2020, publicamos el primer trabajo titulado Grupo de Política Sexual: Un foco teórico-insurreccional de politización de la revolución sexual de los setenta, escrito por Mabel Bellucci y Catalina Trebisacce, que tuvo una amplia repercusión. En él transcribimos y publicamos completo por primera vez el histórico texto La Moral Sexual en Argentina.
 
A las pocas semanas, l*s dos fundador*s de la flamante Moléculas Malucas, convocaron a un pequeño grupo de activistas y archivistas sexo-disidentes, feministas queer, trabajador*s sexuales, investigador*s e historiador*s para formar una colectiva editora. Desde allí comenzamos a discutir nuestros contenidos y a articular redes de vínculos con otros proyectos para llevar a cabo estrategias conjuntas de democratización de archivos.
 
De este modo, intentamos ofrecer una alternativa transformadora de acceso a materiales de registro histórico en torno a la resistencia y desobediencia sexopolítica, pero también a la de las memorias de movimientos de derechos humanos, contraculturales, abortistas, obreras, indígenas y afrodescendientes.

MOLÉCULAS MALUCAS: ARCHIVOS Y MEMORIAS FUERA DEL MARGEN
 
Documento colectivo de Moléculas Malucas leído por Mabel Bellucci en la Cumbre Internacionalista LA CRIATURA-20 NuevAnormalidad.
 
8 de sept de 2020 
 
A fines de marzo de 2020, ante la formulación del aislamiento social como freno a la pandemia por COVID-19 y para hacer frente a los efectos de retraimiento, Juan Queiroz y yo decidimos convocar a una colectiva editora para llevar a cabo una experiencia política de archivos y rescate de memorias fuera del margen. Se trata de un proyecto autogestivo y sin fines de lucro de una revista en formato digital a la cual llamamos Moléculas Malucas. Al elegirlo sacamos a la luz la existencia efímera pero segura de un pequeño espacio de estudio integrado por los argentinos Néstor Perlongher y Jorge Beloqui.
 
Aquél Moléculas Malucas surgió en San Pablo en 1982 luego de la visita del filósofo Félix Guattari, quien sostenía que los movimientos minoritarios o moleculares no podían seguir girando sobre sí mismos, sin posarse sobre lo social. El accionar político de Moléculas Malucas consistía en generar modos de resistencia contrahegemónicas y horizontales para pergeñar un enfoque combativo, cuestionando el activismo de la época con un sentido más ideológico que organizativo. Produjeron un solo documento, que enumeraba una serie de crímenes, suicidios y razias contra la comunidad lgtb brasileña.
 
Quienes activamos desde este proyecto digital integramos una colectiva autogestiva, anónima, heterodoxa para recuperar una fuente inagotable de historias, memorias, enseñanzas e inspiraciones que replica experiencias movimientísticas y personales de décadas anteriores, tanto locales como internacionales.
 
Les integrantes de la colectiva somos Juan Queiroz, archivista e investigador, Marcelo Ernesto Ferreyra, activista feminista defensor de los Derechos Sexuales y Reproductivos, Ivana Tintilay, trabajadora sexual trans y archivista, y Marce Butierrez, travesti y activista feminista queer y yo. En verdad, nunca pensamos que nuestra iniciativa iba a terminar adquiriendo un perfil democratizador como el que Moléculas Malucas tiene, a diferencia de los materiales gráficos que disponen un precio en el mercado. De esta manera, se nos ocurrió desempolvar archivos queer olvidados y refrescar la memoria sobre las luchas y producciones de quienes nos antecedieron en nuestros movimientos: desde la comunidad lgtb, indígena, feminista, abortista, negra, contracultural, trabajadoras sexuales, migrantes, precariado, trans hasta la de derechos humanos.
 
Al igual que las potentes demandas del movimiento neoyorquino de 1970, Third World Gay Revolution, “Tenemos una postura crítica en contra de la homofobia/transfobia imperante en las izquierdas heterosexuales y el racismo encubierto dentro del movimiento gay/lésbico. Intentamos articular la militancia social, racial y sexual e instalar la noción de triple opresión – clasista, racista y heterosexista–“padecida por protagonistas de los movimientos populares y liberacionistas. En nuestra revista digital ofrecemos archivos y memorias que resistieron la oscuridad del olvido. Al darles vida, intentamos transformarlos en una apuesta para traficar saberes, experiencias y recorridos.
 
Es volver la mirada a la acción política y teórica de nuestres antecesores que no todes imaginaron la trascendencia que tendrían sus estrategias a futuro. En consecuencia, el trabajo de la memoria no se agota en recapitular los recuerdos, requiere de una interpelación a los archivos para que emerja a la superficie un resultado regido por las tonalidades propias de los acontecimientos históricos y sus protagonistas. En suma, Moléculas Malucas lo que ha logrado a través de su corta trayectoria es desprivatizar la búsqueda y recuperación de archivos.
 
Un número significativo de archivos relacionados con el activismo lgtb y feminista de América Latina y el Caribe se encuentran en instituciones académicas del Norte con quienes mantenemos un diálogo constante para reproducir fuentes de archivo. Incluso, es sumamente significativo para nuestro proyecto una serie de archivos personales de les integrantes, entre los que se encuentran el de Marcelo Ernesto Ferreyra, donado a Sexo y Revolución del CeDInCI/UNSAM, del cual Ferreyra y yo somos miembres de la colectiva asesora.
 
Desde Moléculas Malucas contribuimos a la democratización del acceso a estos materiales. Propuesta transformadora e inaugural frente a la centralización y acaparamiento de fuentes y recursos llevado a cabo en Argentina por un número de academias hegemónicas, tanto públicas como privadas.
 
En 40 años después. Archivos, genealogías e inspiraciones políticas, la socióloga madrileña y activista feminista queer, Gracia Trujillo Barbadillo, teoriza en torno a los archivos desde una mirada queer, en sus contenidos difícilmente encajables, evasivos, inmersos en una serie de obstáculos y tensiones entre la producción de conocimiento, lo que se incluye y lo que no, y entre el perseguir las huellas de cuestiones íntimas y el revelarlas en clave histórica.
 
Así, la autora en su ensayo publicado en Moléculas Malucas se pregunta: “¿Qué cuenta entonces como un archivo? ¿Y quién o quiénes deciden qué se selecciona? ¿Son les archiveres la autoridad, les que deciden? ¿Y qué pasa, por ejemplo, cuando la gente tiene materiales que quería destruir o que sus familias no quieren mostrar? Pensar en los archivos como algo vivo, algo que contradice la fantasía de lo completo. Los archivos no son –o no pueden ser simplemente colecciones históricas inertes, sino que mantienen una relación dialógica, activa, con las preguntas que, desde el presente, le hacemos al pasado”.
 
Nos gustaría destacar que los archivos queer tuvieron una sobrevivencia muy inferior a la de otros y que sobre ellos pesa una fragilidad que los diferencia de los demás. El genocidio del sida, generado por la criminal inacción política y el silencio cómplice de la sociedad, la iglesia y el estado, se llevó a cientes de miles de nuestres ancestres. Eran épocas donde el matrimonio igualitario era impensable y menos aún que tener hijes (quienes en general preservan los papeles de sus progenitores muertes).
 
Habitualmente las parejas eran echadas de las casas de los enfermos y en muchos casos, nuestros muertos eran enterrados en una absoluta soledad. Así, todos los documentos personales, sean fotos, cartas, diarios, papeles, artículos de prensa, testimonios, investigaciones e, incluso, documentales los tiraban a la basura, sin ningún tipo de contemplación. El resto era desechado por ser esa persona una deshonra y vergüenza familiar.
 
También el terrorismo de estado durante la última dictadura cívico militar provocó quema de materiales ya que un papel podía evidenciar tu disidencia política/sexual con graves consecuencias, o las mudanzas hacia el exilio donde había que viajar con la menor cantidad de pruebas. Esas son las razones de porqué nuestros archivos tienen una historia de destrucción, tuvieron poca sobrevivencia y hablan de su fragilidad en el tiempo.

Un caso es el de Héctor Anabitarte, uno de los fundadores y figura clave del Frente de Liberación Homosexual argentino. Su documentación personal fue destruida por motivos de seguridad durante la última dictadura cívico-militar. Hugo R., activista homosexual, se ocupó con un fervor comprometido a resguardar el archivo de su amigo. Acá presentamos su testimonio que pronto saldrá completo en Moléculas Malucas: “Me entregó todos los papeles con las anotaciones diarias que él hacía sobre las actividades del FLH y otros papeles como materiales del boletín clandestino Somos y libretas con los contactos, todo lo que se hacía y no se hacía en el Frente, hasta los proyectos por hacer. guardé y los escondí en mi casa por mucho tiempo.
 
En un momento, cuando la cosa empezó a ponerse peor, Héctor me pidió desde España que destruya absolutamente todo porque podía ponerme en peligro no solo a mí sino a los contactos que aparecían en los papeles. Yo con muchísima pena quemé todos esos materiales llenos de recuerdos, donde estábamos todas las maricas. Y yo seguía siendo detenido en los subtes, en la calle. Horrible”.
 
No obstante, la correspondencia que Anabitarte enviaba al líder del movimiento homosexual catalán, Armand de Fluvià, se mantuvo a salvo. Moléculas Malucas publicó un artículo escrito por el historiador de Brown University, Javier Fernández Galeano, y la profesora de literatura española y estudios de género y sexualidad en la Universidad de Miami, Gema Pérez Sánchez, quienes abordan el frondoso intercambio epistolar entre ambos referentes homosexuales, desde abril 1974 a mayo 1980. Este corpus de cartas está a la libre disposición del público para consultar.
 
Dicha investigación proporciona un acervo archivístico imprescindible para entender las estrategias de supervivencia, de expansión de redes, de activismos y de construcción de marcos teóricos de mediados de los setenta. A la vez, permiten complejizar las narrativas acerca de la historia del activismo gay como una trayectoria no de progreso lineal, por el contrario, la importancia de las políticas de solidaridad transnacional, las redes de apoyo afectivo, y el utopismo queer como estrategias de resiliencia y desafío frente al autoritarismo estatal y la homofobia.
 
Graciasss/www.laizquierdadiario.com/Moleculas-Malucas-archivos-y-memorias-fuera-del-margen

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