REVISTA SOMOS Y LA MILITANCIA
HOMOSEXUAL EN LOS '70
Gastón Klocker gklocker73@gmail.com
Facultad de Ciencias de la Comunicación de la
Gastón Klocker gklocker73@gmail.com
Universidad Nacional de Córdoba, Argentina
Carolina Beatriz Wild caro.wild@hotmail.com
Universidad
Nacional de Córdoba, Argentina
Revista Somos y la militancia homosexual en los '70
Revista de Estudios de Género. La ventana, vol. V,
núm.
47, pp. 345-359, 2018
Universidad de Guadalajara
Referencias
Andújar, A. (2009). “El amor en tiempos de revolución: los vínculos de pareja de la militancia de los ’70. Batallas, telenovelas y rock and roll”. Programa Interuniversitario de Historia Política. (pp. 1-17). Buenos Aires. [En línea]. Recuperado en: http://historiapolitica.com/datos/biblioteca/setentisas_andujar.pdf
Resumen:
Dentro del contexto de turbulencias políticas, sociales y
culturales que caracterizaron a las décadas de 1960 y 1970 a nivel mundial,
continental, y más específicamente, en Argentina; surge la revista Somos,
órgano de prensa y difusión del Frente de Liberación Homosexual (FLH).
Este acercamiento investigativo buscará reseñar la publicación con el objetivo
de establecerla como visor central de aspectos que rodearon al FLH. Para eso
partiremos de una revisión histórica de antecedentes, documentos y manifiestos,
vertientes ideológicas, estructura organizacional y su diálogo con
Organizaciones Armadas y células de la Triple A alineadas al Nacionalismo
Católico en la voz de la revista El Caudillo. El corpus a trabajar
es una plataforma periodística de ocho ediciones bimensuales que van de
diciembre de 1973 a enero de 1976.
Palabras clave:
Revista Somos, Prensa, Política, Militancia, Derecho de
los Homosexuales.
Introducción
El golpe de Estado a Arturo Illia y el establecimiento de
la cúpula militar de la Revolución Argentina dieron paso a la radicalización
política, social y cultural provista desde la juventud. Los tiempos
inconcebibles que había proclamado Onganía no llegaron a cumplirse ante una
compacta unión obrero-estudiantil que se reprodujo en diversas ciudades del
país y el mundo, conjuntamente a la insostenible proscripción del peronismo
para el establishment argentino (De
Riz, 2000).
Puede decirse que Onganía fracasó como prueba piloto del
Plan Cóndor en Latinoamérica, pero a la par fue un precursor en la coerción de
los cuerpos jóvenes (Bilbao,
2012) en defensa de una modernidad obsoleta y bajo la consigna Dios,
Patria, Hogar, (Somos, 1974:
4 No. 2)[4]. Esto
fue en detrimento de una ebullición kinésica acompañada por las
novedades de vestuario como la minifalda, las innovaciones de la ciencia con la
pastilla anticonceptiva, la popularidad de los narcóticos, el incremento de la
matrícula femenina en universidades, los reductos laborales y la
resignificación de la diversidad sexual (Andújar,
2009). En el marco del surgimiento de la nueva izquierda, la crisis del
dogmatismo ortodoxo de la iglesia conservadora y el recrudecimiento de la
represión contra las ideas libertarias del cuerpo y la sexualidad surge el 1 de
noviembre de 1968 en el barrio de La Boca, el grupo Nuevo Mundo, antecedente
más próximo al Frente de Liberación Homosexual (FLH) que fuera creado en agosto
de 1971 (Perlongher).
Revisionismo histórico y antecedentes del FLH
La esencia prima de Nuevo Mundo se focalizaba en unir a
todos los militantes políticos y sociales que por su condición de homosexuales
eran relegados de las filas de sus organizaciones. Héctor Anabitarte, expulsado
del Partido Comunista por ser homosexual, diagramó un espacio de reunión para el
debate político y la crítica teórica de la coyuntura de la época, creando una
experiencia frentista donde era posible converger eclécticamente y pensar la
liberación de los pueblos oprimidos en términos políticos, sociales, culturales
y sexuales (Simonetto,
2014a).
En la segunda mitad del año 1971, Nuevo Mundo junto al
Círculo Cultural de Jóvenes Socialistas, dan surgimiento al Frente de
Liberación Homosexual, representado por Manuel Puig, Néstor Perlongher, Zelmar
Acevedo, Juan José Sebreli y Blas Matamoro. Se trata de un grupo de agitadores
culturales de impronta poética y literaria que decidieron virar a la política
de acción directa frente a la efervescencia militante y las influencias del Gay
Power en Norteamérica (Moscoso
Cadavid, 2011). La aglomeración frentista contaba con una estructura
organizacional conformada por Eros, rama estudiantil; Nuevo Mundo, identificado
con lo sindical; Bandera Negra, representando la anarquía; Grupo Safo, de la
militancia lésbica y Homosexuales Cristianos. “Eso imprimió al movimiento una
tónica agitadora distinta a la previsiones iniciales” (Perlongher,
1996: 78). Al calor de la asunción de Héctor J. Cámpora en 1973, el FLH
intentó acceder a los trabajadores y sectores populares insertándose en el
peronismo de manera orgánica. A pesar de su heterogeneidad, el FLH veía en el
peronismo una opción cercana a la revolución que traería, la oportunidad de la
liberación del estigma social hacia los homosexuales (Simonetto,
2014).
En este contexto se concretó la aparición de la
revista Somos, de circulación bimensual (a veces esporádica) con
una tirada que oscilaba los 500 ejemplares. Somos emitió 8
ediciones entre diciembre de 1973 y enero de 1976 como continuación a la
inédita publicación Homosexuales de junio del ‘73. Su
aparición permitió dimensionar la realidad de las minorías perseguidas,
humilladas y estigmatizadas por la sociedad y, principalmente, por el Estado,
que había profundizado la represión durante el gobierno de facto de la
revolución Argentina. Se le daba continuidad a la antigua tradición nacional de
los Edictos Policiales de Uriburu, las razzias del ’54[5] y
se convirtió en la antesala del recrudecimiento operativo del Comando Cóndor.[6]
Es precisamente a través del manifiesto Sexo y
Revolución, documento de teorización y desarrollo de vertientes
ideológicas, relacionadas con una perspectiva freudomarxista (Theumer,
2016), donde vislumbramos una línea discursiva periodístico-literaria
estructural que caracteriza a Somos. Aquí se percibe que el
cuestionamiento en clave revolucionaria marxista apunta su crítica a la
estructura social del sistema capitalista en diálogo con los mecanismos
psicológicos alienantes cotidianos que trae como consecuencia la propia
ideología dominante. “El FLH considera llegado el momento histórico de proponer
y comenzar a realizar una revolución que simultáneamente con las bases
económicas y políticas del sistema, liquide sus bases ideológicas, teniendo en
cuenta que, de lo contrario, el sistema de opresión se reproducirá
automáticamente después de un proceso revolucionario que sólo altere las
esferas política y económica (…) El sexo mismo es una cuestión política” (Sexo y
Revolución, 1973:9)[7].
Somos viene a
ocupar un lugar importante para la denuncia, la expresión y la liberación en un
contexto que, por el contrario, estaba signado por la represión y la
persecución. Es decir, abría “la posibilidad no solo de difundir su propia
organización sino también de potenciar las voces acalladas, marginadas y
segregadas y así, darles visibilidad en el mundo de la comunidad homosexual y
militante” (Simonetto,
2014). Puede observarse la apertura de espacios dedicados al FLH como
organización que se complementan con espacios de expresión para los militantes
y lectores. Los primeros números de la revista oscilaban entre las 35 y 48
páginas, su comercialización era mano a mano y la difusión se daba en entornos
reducidos. “La revista utilizaba la foto duplicación, tomando las
características propias del fanzine, métodos estéticos
popularizados a partir de la década del 60, que consistían en el dibujo a mano,
el recorte y la duplicación masiva” (Simonetto,
2014).
La publicación se extendía en menor escala a 16 países
entre americanos y europeos,[8] contando
con adhesiones de organizaciones nacionales e internacionales que cristalizaban
sus relaciones con la publicación y el FLH a través del intercambio de cartas.
Entre otras, tuvieron espacio The National Gay Task Forge (EE.UU), Grupo
Homosexual de Barcelona, Greater Liberated Chicanos (mexica-americano),
Movimento di Liberazione della donna, Movimento di Liberazione Omosessuale, (Italia),
Sección francesa de la IV Internacional, Liga Comunista, Movimiento de
Liberación Femenina, Unión Femenina Argentina (U.F.A.) y Asociación Naturista
de Buenos Aires.
Partiendo de un trabajo analítico sobre la publicación
podemos destacar la existencia de por lo menos tres ejes amplios que tienen
como hilo conductor un carácter expresivo-denunciatorio. En primer término,
aparece una orientación político-militante destinada a problematizar las
situaciones de opresión, exteriorizar las posiciones del frente con respecto a
las situaciones coyunturales y denunciar la creciente represión, donde se
destacan los comunicados formales.
En segundo lugar, puede apreciarse una disposición
informativo-periodística plasmada en secciones de noticias e informes que buscan
exponer la realidad cotidiana de la comunidad homosexual en el plano local e
internacional. El modo de retratar posee dos formas definidas: la redacción
propia y la recopilación de materiales de los medios gráficos. Puede notarse
también la presencia de un acervo conformado por noticias destacadas anteriores
a la edición de la publicación que se aglutinan en pequeñas fotografías de los
periódicos.
En este caso, se exponen noticias particulares
relacionadas al discurso contextual de la revista, sobre todo se asume una
dimensión crítica con los medios de comunicación en su modo de tratamiento de
la información, cargado de juicios, percepciones y valoraciones negativas hacia
la comunidad. Llegado a este punto se abre un dialogo íntimo entre lo
periodístico y lo literario que nos conduce precisamente a un tercer eje: el
poético-literario. Aquí aparece una densidad descriptivo-narrativa que
complementa la información periodística con un enriquecimiento estético que
alimenta el entrecruce de géneros. En Los 71[9] se
describe, a modo de crónica, una situación de represión homosexual sucedida en
Montevideo en 1958 que nos otorga impresiones reales acerca de la importancia
de la narrativa en la revista.
Existe además un énfasis en lo cultural que se plasma a
través de la circulación de diversos materiales gráficos y de divulgación
informacional de géneros como el cine. Es marcada la intención de la revista
para impulsar consumos culturales variados incluso denunciando la censura
sufrida por películas como La Naranja Mecánica y Jesucristo
SuperStar; o libros como Territorios de Pichón
Rivieres La Boca de la Ballena de Héctor Lastra, The
Buenos Aires Affaire de Manuel Puig, y Sólo Ángeles de
Medina.[10]
Conviven poesía, literatura y pensamiento, que
entremezclan producción propia con una profunda inclinación a recuperar a
grandes autores. En el primer caso surgen testimonios, poesía e historias
personales, que es necesario mencionar.
No aparecen firmadas sino con nombres de pila, iniciales
o seudónimos, destacándose algunos nombres recurrentes. En el segundo caso es
una constante la inclusión de pensadores “que eran propios del consumo cultural
de la izquierda, el feminismo y la comunidad homosexual” (Simonetto,
2014: 15). Se recuperan autores como Paul Valery, Jean Gennet, Jean
Cocteau, Bertolt Brecht, Oscar Wilde, Simone de Beauvoir, Alejandra Pizarnik,
Mario Benedetti, Khalil Gibran, Arthur Rimbaud, Kate Millet, David Cooper,
Georges Weinberg o Guy Hocquenghem.
Un aspecto relevante a tener en cuenta como argumentación
empírica de dicha reseña es lo concerniente a la línea estética de los
sucesivos números de la revista Somos, así como el análisis
discursivo comparativo entre dicha publicación y su antípoda El
Caudillo.
La línea estética de Somos corresponde a
la estructura de un fanzine con tres detalles característicos: dibujos
surrealistas, titulación con tipografía simulando un graffiti y el cuerpo del
texto materializado en un estilo mecanoescrito. Muchas de las páginas devienen
en material panfletario con solicitadas o manifiestos dirigidos a la lucha
contra la represión y la censura heteropatriarcal. Da lugar a la
contrainformación internacional con difusión y divulgación de la realidad
homosexual en otros países del mundo. Se presenta una línea editorial con
recursos teóricos como Mujer que se identifica mujer (Somos,
Año 1 – N° 1 – diciembre de 1973) queda orientado el último espacio para la
apreciación artística, sobre todo poética.
Mientras que, el segundo número incorpora figuras
políticas en un intento de crítica a la moral y ética argentina que coaccionó
la disidencia sexual profundizada por Juan Carlos Onganía durante la revolución
Argentina y continuada por la ortodoxia peronista. Se habla de El alma
del hombre bajo el Socialismo de Oscar Wilde, problematizando,
también, categorías sociales dentro de la disidencia sexual como es el caso del taxiboy (Somos,
Año 1 – N° 2 – enero de 1974).
El tercer número vuelve a personalizar un aspecto
vislumbrado en Somos que simula el objetivo del diario íntimo
como espacio donde relatar y narrar anécdotas que sólo pueden ser contadas en
esa publicación. Algo distinto que sucede en el cuarto número, donde la revista
toma un grado de seriedad al constatar el número de homosexuales presos por su
condición y decisión sexual bajo la reglamentación política del gobierno de
María Estela Martínez de Perón. Por primera vez, el FLH se pronuncia hacia el
peronismo como corriente ideológica que representa la movilización popular y
foco de heroica resistencia. También, hacen explícito la participación en los
festejos por el triunfo de Cámpora pero admiten que, asumido Perón en su tercer
mandato, la represión y persecución homosexual se acrecentó igualando registros
de cruentos gobiernos anteriores (Somos, Año 1 – N° 4 - Pp. 5).
Estos primeros números demuestran una carta de
presentación e intentan esbozar la identidad de la publicación como instancia
de multiplicidad de voces para debatir desde poses sexuales hasta teorización
política en la Argentina de 1973-1976. Sin embargo, los últimos dos números
reducen considerablemente su cantidad de páginas a 4 o 5 fojas destinadas a
replicar comunicados en alerta a la fuerte persecución que padecían los
homosexuales en el recrudecimiento de la violencia política por parte de las
patotas parapoliciales de la Triple A, quienes respondían a una línea adherente
al nacionalismo católico con fuerte contenido occidentalista y cristiano.
Bajo la estructura discursiva de Somos se
entretejía una dicotomía de un nosotros y los otros (Moscoso,
2011) que si bien estuvo presente a lo largo de la trayectoria pública de
la Comunidad Homosexual Argentina, se estableció con una tonalidad particular a
partir del conflicto entre los dos peronismos (James,
1976). A los pocos meses de asumido su Tercer Gobierno, Perón lanzó la
Campaña de Moralidad como materialización de la consigna “Ni yankees, ni
marxistas” que fuera contestada desde Somos con el titular “La
Tía Margarita impone la moda Cary Grant”[11] en
alusión a Luis Margaride, Jefe del Operativo. Esos otros eran las
organizaciones armadas de izquierda y las patotas refugiadas en El
Caudillo, revista loperreguista financiada por el Ministerio de Bienestar
Social de la Nación. Entre “desviación pequeño burguesa y germen sinárquico
liberal y marxista” (Simonetto,
2015: 140), rondaban las nominaciones para los militantes del FLH por parte
de sus contradestinatarios.
La campaña instauró una decisión obligada por parte de
Montoneros, las Fuerzas Armadas Peronistas y las Fuerzas Armadas Revolucionarias
para diferenciarse del vicio capitalista y acompañar las políticas del Viejo
Líder. Conviven muchas cosmovisiones acerca de la relación entre el
peronismo revolucionario y el FLH. Para que reine en el pueblo el amor
y la igualdad era la bandera que portaba el FLH en las marchas
patrióticas o de protesta y que ubicaban delante de la columna de montoneros
como signo de amistad política y protectora.
Ante esta hermandad de fuerzas, El Caudillo graficó
caricaturescamente a militantes de Montoneros y el ERP en poses afeminadas
mientras que otras veces describió a Montoneros como “niñas que gustan de
orgías descontroladas”[12] Por.
su parte, el sector de la izquierda peronista comenzó a abrirse paso en los
actos públicos bajo los cánticos “No somos putos, no somos faloperos. Somos
soldados de FAR y Montoneros. No somos putos, no somos faloperos. Somos
soldados de Evita y Montoneros” (Simonetto,
2014: 167).
Existe una disputa constante entre Somos y El
Caudillo. “Acabar con los homosexuales”, era el lema que se estableció en
la revista de la ortodoxia peronista. Originaria del Grupo Tacuara, El
Caudillo dedicaba gran cantidad de páginas al hostigamiento de la
diversidad sexual que no cumplía con el estereotipo heteronormativo occidental
y católico. No sólo explicitaban “No queremos más homosexuales, que se vayan a
los países amigos. Erradicarlos o matarlos”[13],
sino que los satirizaban desde la sección humor con chistes titulados “Terapia
de Grupo Tendencioso”[14] donde
el homosexual era representado de forma liberal-hippie, narcómana o en
actitudes esquizofrénicas.
En respuesta, Somos contaba con
adhesiones de varias comunidades homosexuales de distintos países del mundo y
en febrero de 1975 aparece una respuesta desafiante: “El fascismo amenaza con
exterminar a medio millón de argentinos”[15].
Dentro del plano discursivo, habiendo detallado la línea
editorial y estética de Somos, resulta medular resaltar las mismas perspectivas
dentro de la Revista El Caudillo para comprender la retórica
del FLH. Más allá de las expresiones literales expuestas en los comunicados
anteriormente señalados como Acabar con los homosexuales, existe un
nombramiento del FLH en El Caudillo haciendo alusión a una
participación política sólo con fines sexuales, subestimando la impronta
ideológica y, a su vez, discriminando la presencia del Frente en un acto
político.
A su vez, la discursividad de El Caudillo refiere
al antagonismo político como un adversario que, por pensar distinto, tendrá
disidencias en su sexualidad. Como ejemplo, podemos mencionar las siguientes
frases textuales: “Los hechos son machos, las palabras hembras” (El Caudillo,
Año II – N° 20. p. 15); “La guerrilla está loca” (El Caudillo, Año II – N° 53.
p. 4); “La muerte de un maricón” (El Caudillo, Año III – N° 71. p. 18). De
hecho, todos los contradestinatarios son nominados a través del género femenino
tanto en plano escrito como en el gráfico, ya que, en la zona de ilustraciones
es sistemática la representación de militantes Montoneros dibujados con curvas
sugestivamente femeninas. No obstante, es necesario aclarar que la afrenta
hacia el FHL es una estrategia para deslegitimar, en términos de la moral
peronista, a las organizaciones armadas circunscriptas en la tendencia
revolucionaria. Dicha hipótesis puede ser comprobada en la ausencia de
referencias al Frente y a la cuestión homosexual pero justificada en la
recurrente aparición de epítetos peyorativos hacia el peronismo revolucionario
por intermedio de la disidencia sexual que representó el FHL.
Conclusiones
El FLH proponía una verdadera revolución a nivel
político-cultural, en disidencia con las organizaciones de nueva izquierda
tradicional, buscando una soberanía imperial, religiosa y socioeconómica. La
liberación de los cuerpos perseguía la idea de una revolución socialista que
fracasaría por el desanclaje de su ideología dentro un contexto que conduciría
a la dictadura más sangrienta de nuestra historia. El exterminio del colectivo
LGBT dejaría aproximadamente 400 homosexuales torturados y asesinados que no
han sido reconocidos por la CONADEP, ni durante los Juicios por Delitos de Lesa
Humanidad.
Referencias
Andújar, A. (2009). “El amor en tiempos de revolución: los vínculos de pareja de la militancia de los ’70. Batallas, telenovelas y rock and roll”. Programa Interuniversitario de Historia Política. (pp. 1-17). Buenos Aires. [En línea]. Recuperado en: http://historiapolitica.com/datos/biblioteca/setentisas_andujar.pdf
Bilbao, B.S. (2012). “Frente de Liberación Homosexual
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Universidad Nacional de Quilmes. Quilmes. [En línea]. Recuperado en
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Revista Somos, Año 1 – N° 1 – diciembre de 1973.
Revista Somos, Año 1 – N° 2 – enero de 1974.
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Revista Somos, Año 1 - N° 4 – junio de 1974.
Revista Somos, Año 2 – N° 5 – junio de 1975.
Notas
[4] Somos, Año 1 – N° 2 – febrero de 1974. p. 6.
[5] Somos, Año 2
– N° 5 – junio de 1975. p. 2.
[6] Grupo
de Tareas también conocido como Comando Moralidad
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Revista Somos, Año 1 - N° 4 – junio de 1974.
Revista Somos, Año 2 – N° 5 – junio de 1975.
Notas
[4] Somos, Año 1 – N° 2 – febrero de 1974. p. 6.
que se dedicaba al exterminio
de homosexuales durante la última
Dictadura Cívico-Militar de 1976.
del FLH publicado de
manera disgregada en su versión oficial y
resumida.
los homosexuales”.
emitido el 15 de febrero de 1975
en Buenos Aires.
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