“MARICÓN”, ESA FUE LA SENTENCIA EN PUERTO RICO
Compañía Nacional de Teatro aborda controversial sentencia por sodomía en el 1843; entrevista al director Roberto Ramos Perea sobre la importancia de esta pieza teatral
SANDRA RODRÍGUEZ COTTO
30 OCT 2023
“Maricón”, adjetivo despectivo que viene de “marica”, que era como se les decía a los homosexuales, según el diccionario de la Real Academia Española. Es una palabra cargada de ese odio que ha pasado de generación en generación hasta nuestros días, y enfrentarla en el Puerto Rico del 2023 no es fácil. Mucho menos, el reconocer que aquí, hace 180 años, acusaron, torturaron y sentenciaron a un hombre por ese delito. Así aparece registrado “Por maricón”.
Considerando que la sodomía era un delito que se eliminó en el 2005, se puede entender la carga y el estigma social que trae esa palabra en Puerto Rico, que demuestra que la homofobia es algo enraizado en la cultura. Pero precisamente para enfrentar esos prejuicios y derrumbarlos, existe el arte, y el teatro.
Esa es la misión que trae una fuerte pieza teatral que sube a escena este viernes, 3 de noviembre en el Centro de Bellas Artes. Titulada “1843 por maricón” es un drama histórico sobre el proceso que se llevó por sodomía contra Francisco Sabat y José Colombo en San Juan, Puerto Rico en el 1842 con una sentencia en el 1843.
Protagonizado por el primerísimo actor Joaquín Jarque, y con un elenco estelar de la Compañía Nacional de Teatro, la obra devela uno de los procesos judiciales más despiadados y desconocidos en la historia de Puerto Rico durante siglo 19.
Documentos encontrados en el Archivo General de Puerto Rico por el historiador César Augusto Salcedo Chirinos, exponen los detalles de ese caso que conmovió la sociedad sanjuanera y reveló los corruptos entramados de la justicia española de ese momento. Fue a partir de esos notables descubrimientos históricos, que el dramaturgo Roberto Ramos Perea escribe la obra “1842 – Por Maricón” para dar vida escénica a lo que fueron entonces los primeros indicios de un reclamo de derechos de igualdad homosexuales en Puerto Rico.
El laberinto de las maldicientes intrigas de vecinos, los celos irracionales, la violencia militar y la ceguera del prejuicio se exponen claramente en el texto. La obra presenta además la persecución contra la inteligencia y la cultura con que, además de su orientación sexual conocida-, el mulato ilustrado Francisco Sabat, confrontaba la ignorancia de los capitalinos de entonces.
Para entender la relevancia histórica de la obra, conversamos con el dramaturgo sobre esta puesta en escena y su importancia en el momento histórico que vive Puerto Rico, a 180 años de esos sucesos.
AUTORA (SRC): Roberto, ¿De qué se trata esta obra?
RP: Es una obra histórica, que está basada en unos descubrimientos históricos que hizo el colega César Salcedo Chirino, que tratan sobre el primer proceso por sodomía que se desarrolló en Puerto Rico en el año 1843. Es un caso en el que a un ser humano lo procesan criminalmente, lo torturan, lo encarcelan para tiempos de España porque tenía el terrible defecto de enamorarse de una persona del mismo sexo. Y a nosotros pues nos resulta importante. Entendemos que conocer esta verdad es vital para que entendamos no solamente las luchas del pasado, sino las luchas del presente. La historia explica lo que somos.
“Así que vamos a ver ese proceso legal como se desarrolló, como este mulato, sastre, este intelectual en 1843 es acusado del delito de sodomía por haber tenido una relación ilícita con un soldado español, y todo lo que fue el proceso, Ver cómo fue eso socialmente y después como llega a las Cortes y cómo es condenado, cómo es torturado, por el simple hecho de amar a una persona de su mismo sexo”.
SRC: ¿Por qué escoger este tema y por qué ese título?
Ramos Perea (RP): Porque la historia explica lo que somos. Nosotros los puertorriqueños no nacimos ayer. Nosotros no somos hijos de una pugna política barata como la que vivimos hoy. Nosotros somos hijos de un gran proceso de lucha, de un gran proceso de identidad y de formación de una personalidad. Y en ese sentido, las luchas por las reivindicaciones de los derechos homosexuales han jugado un papel importantísimo en el desarrollo de esa identidad puertorriqueña, y a nosotros nos interesa mucho llevar eso a escena. Llevarlo no solamente para que la gente lo conozca, sino llevarlo de manera gratuita, de manera libre y accesible a todos. Nosotros no estamos cobrando.
“El propio legajo del proceso criminal estigmatizó con la palabra “maricón” a uno de los imputados del caso, institucionalizando así la persecución, el prejuicio y justificando las torturas y penas impuestas por una legalidad obtusa y salvaje como lo fue la del derecho español decimonónico”.
SRC: Siempre presentan obras gratis. ¿Por qué, si eso no es lo usual?
RP: La Compañía Nacional no cobra nunca por la taquilla de su trabajo, porque creemos que la cultura es un derecho de los pueblos. No es un privilegio del que tenga chavos pa’ pagar una taquilla. Y sabemos que una taquilla en este país es cara, y hay veces que la gente paga 40, 60, por ver una obra de teatro que ni siquiera vale cinco. Pero nosotros tenemos una misión política, histórica, social y sobre todo puertorriqueña en todo el sentido de la palabra. Queremos educar y que la gente conozca su historia a través del teatro.
SRC: En años recientes hemos visto como una intención de volver a revivir controversias sobre la orientación sexual, las legislaciones que se radican contra personas con identidad de género homosexual, y vemos como una retranca, pero tú traes ahora esta obra que presenta estas discusiones como algo de nuestra historia y algo que quizás la mayoría de la gente desconocía.
RP: Fíjate la pertinencia ahora que aparecen estos partidos radicales y religiosos, como en el caso de Proyecto Dignidad y toda la cantidad de barbaridades que esta gente se pasa diciendo en los medios que lo que hacen es precisamente echarnos hacia atrás. Retroceder todos los adelantos que los diferentes sectores sociales han logrado a través de la historia por simplemente un capricho puramente religioso. No es ni siquiera moral, es puramente religioso. Y nosotros, pues, tenemos nuestras batallas religiosas, al igual que la tiene Medio Oriente, ¿no? Nosotros tenemos que combatir precisamente esa lucha irracional, ese salvajismo del fanatismo con que nos tenemos que enfrentar día a día, y por eso es que es necesario recordar esto.
“Acuérdate que el teatro es la memoria de la civilización. Nosotros, como pueblo, nos conocemos a través de lo que vemos en los escenarios y afortunadamente, pues existen dramaturgos que están muy preocupados por su presente, por su circunstancia social. Yo soy uno de ellos. Tengo muchísimos colegas que han trabajado también el teatro histórico con la finalidad de que esa idiosincrasia puertorriqueña permanezca en la memoria y permanezca en los libros y permanezca en la prensa de alguna medida”.
SRC: A diferencia de otras obras que tú has presentado en el teatro Arriví, esta será en el Centro de Bellas Artes, en la sala Carlos Marichal.
RP: La Compañía Nacional de Teatro del Instituto Tapia forma parte de un proyecto de residencias artísticas que Pérez Morgado, el gerente del Centro de Bellas Artes, ha tenido la gentileza de incluirnos y allí pues no se nos cede la pequeña salita experimental. Pues con muchísima alegría porque tenemos un acuerdo el Instituto Tapia, Producciones Aragua de Florentino Rodríguez y yo nos hemos acercado, y Bellas Artes ha entendido el propósito de lo que estamos haciendo y tenemos su respaldo incondicional también. También tenemos el respaldo de ciertas compañías privadas. Tenemos a Party City que se ha solidarizado muchísimo con todo lo que hacemos y pues permíteme que lo mencione porque ellos aportan al teatro.
EY: Tienes al primerísimo actor Joaquín Jarque junto al elenco de la Compañía Nacional de Teatro.
RP: Joaquín está contentísimo con el trabajo y nosotros más que contentos, asombrados de la maravilla del talento de este hombre que de manera tan desinteresada nos ha dicho que sí, y la comunicación y la relación con los actores de la Compañía Nacional de Teatro ha sido gloriosa. Es más que de amistad, una solidaridad en el propósito de lo que estamos haciendo, que es asombrosa. Y yo estoy más que agradecido de mi hermano Quino. Esta misma obra nos abre la puerta para otros trabajos que vamos a hacer en el futuro.
Además de Jarque, el elenco lo componen los primerísimos actores de la Compañía Nacional de Teatro con el primerísimo actor Nelson Alvarado en el personaje del sastre mulato Francisco Sabat.
El también primer actor Israel Solla interpreta el Sargento José Colombo; Melissa Reyes es la prostituta Felipa Sierra, Sonia Rodríguez tiene el papel de Juana Almira, la madre de Sabat; Cybel Delgado como la intrigante vecina Margarita Hernáiz, Jesús Aguad como el torturador Domínguez y Luis Javier Lopez como el procurador. Jarque tiene el principal papel del fiscal Antonio López, quien investigó la causa y condenó cruelmente los hechos, entre otros actores.
DE PESO HISTÓRICO ‘POR MARICÓN’
Por Gabriela Ortiz Díaz
ABRIL 22, 2016
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
Este fin de semana continúa presentándose la obra “Por maricón” en el Teatro del Ateneo Puertorriqueño. Estrenada el pasado jueves 14, la obra ha levantado buenas críticas e impresiones.
La pieza es un trabajo escénico del dramaturgo Roberto Ramos-Perea basado en las investigaciones que hizo el historiador César Salcedo Chirinos en el Archivo General de Puerto Rico sobre el proceso por sodomía contra el sastre mulato puertorriqueño Francisco Sabat y el militar español José Colombo, uno de los casos judiciales más desconocidos de la historia puertorriqueña del siglo XIX.
La obra aborda el proceso por sodomía contra el sastre mulato puertorriqueño Francisco Sabat y el militar español José Colombo.
Bajo la dirección del propio dramaturgo, los actores de la Compañía Nacional de Teatro del Ateneo Puertorriqueño escenificarán a los protagonistas de este “drama de intrigas, corrupciones y ardorosas pasiones humanas” en 11 funciones en total, pues la obra se extiende hasta el 1 de mayo, presentándose de jueves a sábados a las 8:30 de la noche y domingos a las 4:30 de la tarde.
“La palabra ‘maricón’, que se usa en el título de esta pieza, procede del mismo pliego y legajo acusatorio que encontró el historiador César Salcedo al investigar este notorio caso.
Fue el Gobierno el que la usó como parte de la cruel, injusta y torturante acusación que recayó sobre el puertorriqueño Francisco Sabat, al ser delatados por dos mujeres, sus amores con el Sargento José Colombo en San Juan de Puerto Rico en el año 1842. La palabra está en los documentos históricos como una categoría clara de criminalización, sobre la que mi imaginación como dramaturgo escribió una historia teatral”, explicó Ramos-Perea.
En entrevista para la Fundación Nacional para la Cultura Popular, el historiador César Salcedo comentó sobre los pormenores de ese trabajo de investigación que realizó para completar un doctorado en Historia de Puerto Rico y el Caribe y que ahora, tomó vida con la puesta en escena.
Salcedo, especializado en historia de la sexualidad y de las prácticas sexuales en el Puerto Rico del siglo XIX, redactó el ensayo “Amor de hombres: la representación de la sodomía en el Puerto Rico del siglo XIX”, el cual ha presentado en varios foros a través de la Isla. Precisamente, en 2015 Ramos-Perea coincidió con él en una de esas exposiciones y le comentó que el trabajo “llama a una representación”.
Fue ese encuentro, el germen de la obra en cuestión, primera que se lleva al teatro a base de investigaciones de estos temas. El historiador se alegró de este acto de Ramos-Perea porque se escenificó todo el trabajo que pasó investigando. Además, porque Ramos-Perea recupera, con este y otros trabajos, uno de los elementos particulares del teatro griego: apelar a temas sociales más allá de utilizar únicamente la comedia.
El drama de intrigas, corrupciones y ardorosas pasiones humanas deja al descubierto los prejuicios de una época histórica. (Foto arte Esteban Figueora)
Lo que más le intrigó a César Salcedo durante el proceso de investigación y reconstrucción de la vida de Francisco Sabat fue “esa sensación que te da de que al muchacho lo terminan sentenciando por algo risible, por la fama de homosexual”. Esto porque, según encontró, no había evidencia médica que comprobara la existencia de una relación sentimental entre Sabat y Colombo.
Según expuso Salcedo Chirinos, esta es la serie de sucesos que dan forma a la historia que narra “Por maricón”: “Francisco Javier Sabat Almira y José Colombo se habían conocido, a principios de 1840, en la casa de Felipa Sierra, una amiga de este último.
Desde entonces, pasearon juntos por la ciudad y se escribieron cartas. Colombo lo visitaba con frecuencia para compartir las comidas y Sabat Almira lo agasajaba con obsequios. Ambos hombres describen aquella relación con el término ‘amistad’. Felipa, molesta porque Sabat Almira le había exigido a Colombo que dejara la amistad con ella, lo denunció por mantener un trato ilícito e indecente con el militar. Cuando el sargento Antonio Domínguez los tomó prisioneros, mientras comían juntos en la casa de Sabat Almira, uno de sus hombres los acusó de haberlos visto ir juntos una noche hacia el Morro, otro refirió la mala fama de Sabat Almira, y un tercero aludió a la mala fama de aquella amistad”.
De la conversación con el historiador destacan varios aspectos que puntualizó en su investigación y que se desarrollan en la pieza.
Primero: Sabat Almira había sido acusado de mantener una relación “impropia” con otro hombre. Por esto, fue condenado por partida doble: en el aspecto estatal, la pena impuesta fue de cuatro años de prisión, mientras que del lado militar la sentencia dictó seis años más de cárcel por incitar a la deserción del sargento Colombo.
Segundo: Aunque las investigaciones de Salcedo dilucidaron que se reconocía la mentira de los testigos y que los médicos no pudieron confirmar la existencia de un delito, se condenó al puertorriqueño, dejando claras las posturas del Gobierno.
Tercero: Salcedo Chirinos estableció en su investigación que el caso siguió su trayectoria judicial en contra del sastre mulato puertorriqueño porque en esa época colonial la sodomía: estaba relacionada con aspectos sociales de clase y raza; era una transgresión sexual que se calificaba como crimen, no como pecado, aunque, a pesar de la imposición del Estado de esos tiempos, la referencia religiosa no había desaparecido totalmente.
Comentarios
Publicar un comentario