DIANA SACAYÁN, TRAVESTI Y SUDACA: ¿CÓMO
LA RECUERDA SU
HERMANO SAY?
En la familia Sacayán hay tres hermanes travestis/trans,
nos cuenta Say, hermano de Diana. Les tres se gestaron en una infancia donde el
feminismo y lo colectivo tenían mucho valor. El Movimiento Antidiscriminatorio
de Liberación, el Cupo Laboral Travesti-Trans y la carátula de
"travesticidio" son fruto de años de ese arduo activismo.
Por Fernando Villalba
02 ene 2023
Amancay Diana Sacayán, sudaca y travesti, de rasgos
originarios y siempre determinada frente a la mafia policial y un sistema
estatal y laboral extremadamente discriminatorios, cumpliría este 31 de
diciembre apenas 47 años. A Diana la asesinaron en octubre del 2015 con 39
años. Su vida está surcada por amorosidad, injusticias y un activismo eterno,
que llevó encarnado en sí misma hasta las últimas consecuencias.
Infonews tuvo el gusto de conversar con Say, el hermano
menor de Diana y cuya identidad se ubica en el amplio rango de lo que es la
masculinidad trans, quien permaneció a su lado toda su vida y bajo cualquier
condición. Nos contó acerca de sus infancias, sus construcciones identitarias y
las memorias de un pasado que parece hacerse presente con sus palabras.
Infonews: ¿Cómo fue
la infancia de Diana, la tuya y de tus hermanes?
Say Sacayán: La infancia de Diana, la mía y mis hermanos
fue bastante entretenida, más allá de la pobreza y de la multitud porque éramos
un montón (17 hermanes en total). Más allá del conurbano, con una madre
trabajadora y un padre ausente, violento y alcohólico. Crecimos compartiendo,
con un sentido de compañerismo, de lo colectivo, de comunidad muy fuerte, que
nos lo enseñó nuestra madre. Con Diana compartíamos muchísimo, junto con mi
otra hermana —Yohana— que también es travesti. Si bien, ya antes éramos unides
por ser les más chiques de la familia, el ser travesti nos fue unificando cada
vez más.
Les tres éramos les más chiques de la familia, y eso
hacía que no tuviéramos tantas responsabilidades. Siempre había alguien que
hacía que nosotros la pasáramos bien. Yo me recuerdo con mucho juego en el
barrio, mucha libertad, de poder hacer lo que queríamos. Si bien mi madre tenía
que trabajar mucho, siempre que podía estaba. Nunca hubo tabúes en la familia,
nosotres siempre jugábamos con esto: Diana y Yohana se vestían de niñas y nunca
nadie nos dijo que eso no se podía hacer o que estaba mal.
In: ¿En qué momento
supiste que tu hermana era travesti? ¿Cuándo te descubriste vos mismo como
trans?
SS: Ese descubrirme trans fue algo que se fue
construyendo a la medida en que iban pasando las cosas. Diana tardó un poco
más, pero con Yohana no tuvimos dilemas con la identidad. Diana era la mayor de
les tres, y trabajó desde chica, entonces tenía otro contacto en términos
sociales. En Yohana fue más rápido, eso se fue dando sin ningún impedimento. Yo
creo que lo vivimos más de esa forma, nunca fue un tema tabú para nosotres. En
aquellos momentos Yohana ya se nombraba travesti y yo lesbiana. Nosotres nos
construímos dentro del feminismo de muy chiquitites, cuando nadie hablaba del
tema, porque estábamos en los lugares de los ocupas y consumíamos mucha literatura
anarcopunk ponele.
Lo habíamos elegido, y lo vivíamos en la medida en que se
podía, porque en esos lugares había (y sigue habiendo) mucho machismo, mucha
presencia de chabón imponiéndose en los espacios. Siempre tuvimos mucha
claridad respecto a lo que queríamos en términos políticos. A mí me pasó que,
si bien descubrí mi ser trans hacía mucho tiempo antes, no quería
"convertirme en chabón", y eso es un dilema que vengo arrastrando
desde los 17 años. Es como desear esa cuestión física de masculinidad, pero a
la vez no querer convertirme en aquel chabón que, simbólicamente, tenga que
ejercer lo patriarcal. Y sigue siendo un dilema, pero en otros aspectos. Ahora
hay una visibilidad completamente diferente de la transmasculinidad.
In: ¿Cómo se
sumergió Diana en el activismo...?
SS: Nosotres siempre vivimos en los barrios, y eso
implica la cuestión de comunidad, de encontrarte a cada rato con el vecino y
resolver entre todes los problemas sociales que tenemos. A partir de ahí
siempre tratamos de resolver temas en asambleas. Pero, cuando mis hermanas
deciden salir afuera como travestis, implicó en ese entonces estar en situación
de prostitución para sobrevivir económicamente. Ahora quizás también, pero hay
otros lugares donde las feminidades pueden recurrir, entonces no había nada.
Así, ellas empezaron a juntarse con las compañeras en situación de
prostitución, y es a partir de esa organización improvisada que empieza a haber
una persecución policial.
No querían que las travestis estén trabajando en muchos
lugares. "Vení que te llevo, que sos travesti, y sino vas a tener que
hacerme un servicio para que yo te deje trabajar", era algo que decían los
oficiales. Había toda una extorsión policial ahí. Diana se da cuenta entonces
que hay cosas que no tienen que pasar, entonces empieza todo. Yo las acompañaba
a la zona de prostitución, y ahí empezamos a pensar en una forma de
organización.
Diana se metió contundente en esto, empezó a investigar
sobre el arreglo que había entre la policía y la prostitución, sobre los
prostíbulos. Empezó a denunciar la persecución ante las comisarías. La
respuesta de ellos fue peor y empezaron a buscar a la responsable: y esa era
Diana. Busqué en los archivos y vi que Diana tiene detenciones policiales desde
el 94 hasta el 2015, que fue cuando la Metropolitana la agarró antes de las
últimas sesiones por el cupo laboral de la provincia de Buenos Aires. Fue presa
política en dos oportunidades.
Quienes estábamos afuera le llevábamos libros para que se
formara y tuviera más argumentos en términos políticos para defenderse. Yo
estuve ahí y durante la primera detención fue un proceso en absoluta soledad:
ningún organismo de DD. HH. u organización social nos acompañó. Empiezo a
buscar entre otras orgas y ahí la conozco a Lohana Berkins, a través de un
delegado del PC (Partido Comunista). A partir de ahí las cosas empiezan a ser
diferentes. Con ella hicimos la primera denuncia ante organismos
internacionales de DD. HH. y ahí Diana se empieza a gestar más como una
militante y defensora por los derechos humanos. A ella la meten a la cárcel
para apaciguarla, pero termina siendo todo lo contrario.
Lohana nos dijo que teníamos que meternos al PC para
tener una estructura que nos defienda cuando recibíamos estos ataques.
Nosotres, por ejemplo, cuando Diana ya tenía un montón de denuncias y después
de la cárcel, caminábamos por la calle y nos llamaban por el apellido desde los
autos particulares de la policía —para provocar y que no se les olvide que les
tenían fichades—. Nos metemos en el PC, pero nos pusimos de acuerdo en que teníamos
que tener un espacio aparte para poder pensar nuestras cuestiones, diferentes a
las de las personas cis o heterosexuales.
Y ahí construímos MAL (Movimiento Antidiscriminatorio de
Liberación), al que no pensamos como LGBTI, sino que lo pensamos desde las
personas trans y desde las personas excluidas de la sociedad. Ahí también
confluían muchos anarquistas que no coincidían con lo que proponían los ocupas.
In: ¿Qué cosas,
proyectos e ideas compartían entre ustedes?
SS: Nosotres éramos un núcleo aparte de la familia
tradicional, porque nosotres no construímos una familia con esposo, con
hijitos, y eso nos fue expulsando sistemáticamente, sin que fuese la intención
de nuestra familia. Y en nuestro núcleo, Diana era, sin pensarlo, la que
manejaba el timón. Eso lo comprendo más tarde. Yo siempre estuve con mis
hermanas por un amor que no tenía mucha explicación, pero cuando ellas se
hicieron travestis entendí que yo era la persona que tenía que acompañarlas
bajo cualquier circunstancia.
In: ¿Cómo fue
recibir el fallo con la carátula reconociendo por primera vez la figura de
"travesticidio"?
SS: Mirá, el concepto de "travesticidio" no es
algo que surgió naturalmente, fue algo que construimos políticamente y a partir
de la Comisión de Justicia por Diana Sacayán. Se decía que las travas se
mataban entre ellas, que se les iba la mano con la droga, los medios de
comunicación decían "Lo mataron, pero...", porque tampoco se respetaba
la identidad, y se adjudicaba sutilmente que la razón de las muertes era que
tenían vínculos con el narcotráfico. Esa era la justificación. Hubo un caso en
que habían atado a una travesti en una silla, asesinado y después la habían
prendido fuego, y la policía decía que había habido un cortocircuito en la casa
y por eso el fuego. Diana ya venía hablando de cómo ocurrían las muertes de las
travestis, antes de todo.
Y nosotros, como Comisión, pudimos hacer entender que no
se podía hablar así de un crimen con estas características. Hoy por hoy hay un
feminismo que nos incluye, pero entonces no lo había, era muy difícil tener una
conversación con las organizaciones. Nosotres decidimos la figura de
"travesticidio" sin lugar a discusiones, porque Diana fue travesti
durante toda su vida y no se podía borrar eso. Ni los teóricos y teóricas que
quieren hacer planteos sobre nuestros cuerpos y realidades pueden tener opinión
en esto. Nosotros deberíamos escribir esas teorías, porque nos atraviesa a
nosotres, pero muchas veces no nos alcanza el tiempo. El juicio fue mucha
investigación, mucha capacitación, todo para definir algo que no existía.
Queríamos legislar algo que ni siquiera había sido pronunciado.
Trabajábamos muy duro y dejamos mucho atrás para hacerlo
y para estar donde estamos hoy parades: con infancias trans, cupo laboral,
compañeras en los partidos y organizaciones. Después Casación nos dice que lo
de Diana califica como "femicidio", cuando el concepto de
"travesticidio" es ya una cuestión política y social que está
instalada. Ya no se puede volver atrás con eso, porque es negar la historia
trans, travesti y cómo Diana transitó su vida siendo travesti, todas las
violencias que vivió y cómo terminó.
In: ¿Qué militás
actualmente?
SS: El feminismo blanco me satura un poco, pero milito y
creo en el feminismo. Milito lo que tiene ver con la comunidad trans-travesti.
Fruto de este activismo tenemos la Escuela Popular Diana Sacayán, que tiene un
FINES para que las personas terminen la secundaria y también talleres de
formación para quienes trabajan con el Potenciar Trabajo. Es también espacio de
contención y preparamos los proyectos de leyes nacionales. El año pasado
presentamos una ley de Travesticidios, Transfemiciodios y Transhomicidios, más
allá de laburar en la Reforma Judicial.
In: ¿Qué
necesidades urgentes detectás en el colectivo travesti/trans/nobinarie?
SS: En términos de urgencia, somos un colectivo que sufre
violencia, con un promedio de 35 años de vida. Cuando hablo de violencia, hablo
de muerte. Una es seguida a la otra. El odio internalizado que existe es una de
las más peligrosas. Si pensamos en términos nacionales, hay que pensar las
urgencias como cuestiones federales. Por otro lado, creo que las organizaciones
y las personas cis alimentan la idea de que cada une tiene que militar sobre su
propio ombligo. Y eso te descentraliza, te corre de lo colectivo y despolitiza.
In: ¿Cuál es la
situación del cupo laboral en el conurbano? ¿Hay acompañamiento en la inserción
en los trabajos para las personas trans más allá del que se brinda desde los
márgenes, desde el activismo organizado?
SS: Depende del lugar. La ley de la provincia dice que
los municipios deben adherirse, pero no son muchos los que adhieren, y los que
sí tienen muchos déficit a la hora de cumplirla. Por ejemplo, el municipio de
La Matanza no adhiere. Supuestamente se presentó el proyecto, pero a mí solo me
llegó la foto de la primera hoja. Tampoco hay ninguna política pública para el
colectivo LGBTI. Hay una Secretaría de Género y Diversidad, pero es una
pantomima, algo que está dibujado.
No se ocupan ni de las cosas más básicas, que sería una
bolsa de comida para una travesti mayor. Nosotros logramos meter a más
compañeras en el Potenciar Trabajo que la propia secretaría, así que imaginate.
La persona que está a cargo del organismo ni siquiera es de La Matanza y no
entiende absolutamente nada del territorio y de lo que nos atraviesa. Solo
quieren hacer son actos y hacer un evento con una copita menstrual. Me parece
nefasto que te llamen para hacerte esa propuesta; nunca nos llamaron como
organizaciones.
En otros municipios hay compañeras que supuestamente
entraron a laburar con el cupo, pero les terminan dando el Potenciar Trabajo y
eso no es trabajo. El único municipio que entiendo que cumple es Morón, que
tiene el 1% y además las condiciones de trabajo son las que tienen que ser: formal,
con posibilidades de ascenso, y todo lo que tiene que ver con los municipios.
Respecto al acompañamiento no hay nada. Nosotros
conversamos con la provincia para poder articular con los municipios y armar
algo, porque (como soy referente) me estaban llamando compañeras de La Plata,
de Lomas de Zamora, de otras provincias... ya sea por el cupo laboral, o porque
las tenían a las compañeras en una oficina sin darles trabajo, o porque tenían
situaciones personales a las que los lugares de trabajo no les daban cabida
para expresar.
Graciasss/infonews.com/entrevista-a-say-sacayan-travesticidio-colectivo-travesti-trans-diana-sacayan
TRAVESTICIDIO DE DIANA SACAYÁN: RECORDAMOS
SU LUCHA POR
LOS DERECHOS DE LA COMUNIDAD
TRAVESTI Y TRANS
11 oct 2023
Diana Sacayán fue una militante travesti por los derechos
humanos y la igualdad de género. Nació en Tucumán en 1975 y era descendiente
del pueblo diaguita. Migró junto a su familia a la localidad de Gregorio de
Laferrere, partido de La Matanza, donde comenzó su militancia.
Diana creció en un contexto de extrema pobreza. Fue
criada junto a sus 15 hermanos y hermanas en un hogar donde su madre, que era
la principal sostenedora, trabajaba 16 horas diarias. Su padre padecía de
alcoholismo y tenía un rol ausente.
A los 15 años, cuando comenzó a definir su identidad y
expresar su género, fue expulsada del sistema educativo. Ejerció la
prostitución como medio de subsistencia, sufrió persecución policial y
violencia institucional, al igual que muchas compañeras travestis. Además, fue
encarcelada en más de una oportunidad por el simple hecho de ser travesti.
Diana participó de diversos espacios de militancia.
Dirigió la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays y Bisexuales (ILGA) y
fundó el Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación (MAL), una organización
que lucha contra la discriminación de personas LGBTI+ y que participó
activamente en el proyecto de ley para obtener el reconocimiento de las
identidades travestis y trans.
En este marco, la activista integró el Frente Nacional
por la Ley de Identidad de Género, aprobada el 9 de mayo de 2012 (Ley 26.743 de
Identidad de Género), y fue la primera travesti en recibir su DNI con la inscripción
del género femenino.
Además, tuvo un rol activo en varios programas impulsados
por el Estado nacional. Participó en el Programa de Diversidad Sexual del
Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI)
y colaboró en el Programa Dignidad, Trabajo y Justicia por la inclusión al
sistema educativo de travestis y trans, pueblos originarios y población
carcelaria.
Una de las principales acciones que impulsó fue la Ley
14783 de cupo laboral travesti trans “Diana Sacayán” en la provincia de Buenos
Aires, aprobada el 17 de septiembre de 2015. Esta ley establece que como mínimo
el 1% de la totalidad del personal del sector público provincial debe ser
ocupado por personas travestis, transexuales y transgénero.
Fue travesticidio
La asesinaron el 11 de octubre de 2015 en su departamento
ubicado en el barrio de Flores, CABA. Su asesinato se consideró un crimen de
odio por identidad de género y, por primera vez en la justicia argentina, fue
reconocido bajo la figura de travesticidio.
Avances y
retrocesos a partir de la aprobación de la ley provincial Diana Sacayan
Ante la falta de respuesta en la reglamentación de la ley
provincial por parte del gobierno durante la gestión de M. Eugenia Vidal,
organizaciones sociales impulsaron adhesiones y ordenanzas a nivel local. En
este marco, varios municipios como Pilar, Florencio Varela, Almirante Brown,
Avellaneda, Lanús, Merlo, Morón y Quilmes lograron impulsar adhesiones a la ley
y aprobar ordenanzas municipales. También se sumaron provincias del resto del
país como Chubut, Río Negro y Chaco en 2018, y CABA y Santa Fé en 2019.
En el año 2020, se aprobó el cupo travesti trans a nivel
nacional, mediante el Decreto 721/2020, que estableció el cupo mínimo de cargos
y contratos para personas travestis, transexuales y transgénero en el Sector
Público Nacional.
Ley de Promoción del Acceso al Empleo Formal para
personas Travestis, Transexuales y TransgéneroEn el año 2021, se sancionó y
reglamentó la Ley N° 27.636 de Promoción del Acceso al Empleo Formal para
personas Travestis, Transexuales y Transgénero “Diana Sacayán – Lohana
Berkins”, que establece medidas concretas para lograr la efectiva inclusión
laboral de las personas travestis, transexuales y transgénero, y promover la
igualdad real de oportunidades en todo el país.
¿Por qué es
importante el cupo laboral travesti-trans?
Repasemos algunas estadísticas:
6 de cada 10 personas travestis y trans ejercen la
prostitución.
El 87 % comenzó antes de cumplir los 19 años.
El 87 % la dejaría si tuviesen otra posibilidad.
El 18% de las personas travestis y trans tuvo acceso al
empleo formal.
Según un Informe del Observatorio Nacional de Crímenes de
Odio LGBT+, en el año 2020 el 83 % de los delitos motivados por discriminación
por orientación sexual, expresión e identidad de género tuvo por víctimas a
mujeres trans.
La expectativa de vida de la población travesti y trans
en Argentina ronda alrededor de los 35 a 40 años.
En síntesis, la discriminación que sufren las personas
travestis y trans las ha privado históricamente del acceso a derechos como el
trabajo formal, la educación, la salud, la identidad, la expresión de género y
la participación política, entre otros. La discriminación estructural que
sufren queda en evidencia cuando se analiza su baja expectativa de vida.
Si bien en nuestro país hubo importantes avances en
materia normativa y políticas públicas destinadas a garantizar derechos a la
comunidad travesti y trans, todavía falta implementar medidas efectivas de
inclusión laboral y educativas, como también trabajar contra la discriminación
por identidad de género y orientación sexual a través de distintas instancias
de formación en materia de género, como la Ley Micaela.
Como Juventudes del
Instituto PATRIA, reafirmamos nuestro compromiso por construir una nación plural
e inclusiva en la que sus
habitantes tengan la plena libertad de ser y hacer sin que corra riesgo su vida
o su forma de sustentarse.
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